Así será Santa Marta en 10 años si no hay buena planificación

Jackeline Burton, Alejandro Schwedhelhm y Hunt Hobbs, tres investigadores de la Universidad de Nueva York, analizaron durante siete meses el crecimiento de Santa Marta y expusieron cómo será la ciudad en 10 años si no se corrige el rumbo de planeación de la urbe que hoy tiene una población aproximada de 500 mil habitantes.

“Escogimos Santa Marta por el tamaño de la ciudad y de la población –explica Jacqueline Burton–, pues aunque tiene unos 500 mil habitantes, no es tan grande como para que no sea posible hacer una intervención positiva, pero también es suficientemente grande y está creciendo muy rápidamente y se puede salir de las manos”.

Los investigadores coinciden en que si no se toman correctivos de planificación a tiempo, dentro de una década la capital del Magdalena será una ciudad incapaz de proveer servicios básicos a sus habitantes, aspecto, que según la experiencia en otras ciudades del mundo, podría conllevar a fuertes conflictos sociales, así como a mayores niveles de crimen y a que se profundice la pobreza en los sectores más vulnerables.

Según Alejandro Schwedhelhm, si Santa Marta sigue el rumbo actual, se convertirá en una ciudad con gran inequidad social y donde el sector hotelero y turístico dominará todo lo que se hace allí, haciendo que la planeación urbanística sustentable se pierda.

“Será una ciudad donde solo aquellos que tienen automóvil se podrán mover por ella y donde aquellos que no tienen dinero tengan muchas dificultades para trasladarse. Además, tendrá daños muy grandes en la naturaleza por cuenta de los asentamientos informales”, agregó.

Asentamientos informales

Hunt Hobbs, otro de los autores de la investigación realizada a petición de ONU Habitat, indica que otro de los aspectos que atenta contra la sustentabilidad de Santa Marta es el fenómeno de las invasiones.

“Hay que pensar en financiación para viviendas para la población vulnerable, porque ahora mismo hay muchos asentamientos de invasión, algunos al lado de los ríos que perjudican el ecosistema, incluso, hay algunos en parques públicos”, sostiene Hobbs.

El investigador ve además un problema en que la industria de construcción no esté haciendo casas para la población de bajos recursos y se concentré exclusivamente en casas de lujo, apartamentos de playa y condominios costosos.

“Hay que buscar la forma de financiar casa para los pobladores pobres, pues lo que está generando las invasiones es precisamente que no se les da facilidad a esas familias para que financien sus casas y eso forma asentamientos desorganizados que luego son difíciles destruir para volver a hacerlos bien”, agregó Hobbs.

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