"Todavía estamos esperando esa bendita ayuda":comerciante del Mercado de Santa Marta

Ha pasado un año desde que el voraz incendio en el mercado público de Santa Marta dejó en cenizas siete locales comerciales del sector. Las pérdidas económicas fueron inmensas: algunos calculan hasta más de 15 mil millones de pesos , como Carlos Jimenez, representante de la microempresa familiar Distribuidora Chalo. 

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Después de las llamas, que habían comenzado a la 1 de la mañana, las autoridades, entre ellas la Alcaldía de Santa Marta, prometió ayudar a los comerciantes para recuperar todo lo que se perdió. Un año después, Carlos Jimenez, en dialogo con Seguimiento.co, dice: "todavía estamos esperando esa bendita ayuda".

Durante la noche del incendio la gente vivió momentos de pánico y desesperanza al ver cómo el fuego desaparecía muchos años de duro trabajo.  El cuerpo de Bomberos de Santa Marta tuvo que solicitar refuerzo de sus colegas en Barranquilla porque se habían quedado sin agua para hacer frente al ardiente desastre.

Cuenta Julio Beltrán, a través del mostrador de la compraventa que administra y mirando para los edificios que hoy construyen como reemplazo en el mismo lugar de los que se quemaron, que la Alcaldía les dijo que mantuvieran cerrados sus negocios como medida de precuación por una semana.

Pero una semana sin trabajar representaba profundas perdidas economicas. De modo que los vendedores y comerciantes aledaños al lugar del incendio, decidieron abrir sus negocios haciendo caso omiso a las autoridades. "Nos tocó reunir de cincuenta mil pesos cada uno para comprar una malla y cercar nuestros locales, porque la Alcaldía supuestamente no tenía recursos para comprarla", explica Julio Beltrán.

Carlos Jimenez cuenta que " al principio solo la Unión de Comerciantes, Undeco, fue quien hizo la gestión para colaborarle a los muchachos que trabajaban en cada empresa con las nominas".

"La Alcaldía dijo que iban a bajar los impuestos, pero no ha pasado nada de eso. Ahí está esa promesa, pero no sé cuándo es que se hará visible, porque nosotros no hemos visto nada de eso que nos dijeron", afirma Carlos Jimenez.

La vida en ocasiones suele dar nuevos comienzos. A pesar de la devastación y las promesas rotas, los comerciantes afectados volvieron a empezar. Con prestamos bancarios y el acostumbrado esfuerzo del trabajo  han reconstruido lentamente las edificaciones de sus negocios.  Hoy se levanta lo que hace un año el fuego se llevó. 

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