Santa Marta: otro año más en que la institucionalidad es vencida por la delincuencia

Cuando nos referimos a la Sierra Nevada, le adjudicamos un apellido: de Santa Marta y esto hace que se desconozca que este complejo montañoso hace parte de tres departamentos, con pugnas casi similares de poder ilegal: compartimos el mismo legado violento. Sin embargo, y pese a que los departamentos de La Guajira y del Cesar tienen la frontera con Venezuela, su violencia es intermitente. En el caso del departamento del Magdalena y especialmente del distrito de Santa Marta, su violencia es sostenida. Esto, por supuesto, genera una enorme preocupación entre los estudiosos de estos temas. Miremos las gráficas:
Santa Marta, no llegó a los 132 homicidios con los que cerró el 2019. Se proyecta un cierre estadístico de 128. Eso es por lo menos, una noticia medianamente alentadora favorecida con las condiciones de la Pandemia. Dirán los lectores que no hay equivalencia por el número de habitantes. La tasa de muerte por homicidio se mide 1/100.000 habitantes. La realidad es que no son números tan abismales entre sí lo que supone un pequeño porcentaje en la variación. En todo caso: Santa Marta, pierde.
Si revisamos el comportamiento de los suicidios encontramos otro fenómeno de preocupación y en aumento.
Santa Marta y su segundo municipio más importante (Ciénaga) finalizan este año militarizando sus ciudades. Nada diferente de lo que pasó el año pasado y para esto solo hay un nombre: improvisación.
Hay hechos de gran magnitud que no se pueden pasar por alto y ese ha sido un error descomunal: pasamos por alto la pérdida de 248 armas del armerío de la Policía Metropolitana cuando la excoronel Sandra Vallejos era comandante. Pasamos por alto el asesinato de tres mujeres en Timayui, con tiro de gracia, supuestamente porque le dieron burundanga al papá de un poderoso narcotraficante que hoy, incide en los elevados índices de violencia en Santa Marta. Pasamos por alto el incendio en el armerío del Batallón Córdova, cuando hubo capturas de personal activo que le vendía armas y municiones a los Pachencas. Estamos pasando por alto el incendio a la armería de la Policía Metropolitana en el Rodadero y eso no está bien.
Callamos frente al asesinato de Wilton Orrego; de Parques. Frente a de los ambientalistas Natalia y Rodrigo, en la misma zona de la Lengüeta, donde también callamos que un proceso de invasión fuera disuelto por un panfleto de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra. Los que mandan. Callamos frente al miserable asesinato de Maritza Quiróz, Alejandro Llinás, Joaquín Trujillo y Rita Bayona. Callamos frente a los abusos de la policía que asesinó a jóvenes de barrios periféricos y que a cada muerto le indilgaran cualquier hecho criminal –sin serlo o siéndolo– , solo para justificar su asesinato. Esto no es solo un acto de cobardía sino el más fuerte desprecio por la condición humana, que no se pierde con la muerte. Una victimización que luego pasa a las familias que no solo deben lidiar con el duelo sino con la carga emocional y el señalamiento del que son objeto por las declaraciones de quien dirige la secretaría de seguridad del distrito y de la Policía Metropolitana de Santa Marta.
Callamos y hacemos caso omiso a los dos videos que han circulado las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada con señalamientos, con nombre, con supuestas pruebas. Con el reconocimiento de crímenes como si se tratara de un monólogo ¿Quién asume la investigación? ¿estamos condenados al fracaso y a vivir entre el miedo y la ignominia?
Santa Marta es la mayor desilusión en temas de seguridad. No le fue bien en nada; en ningún indicador, aunque seguramente sacarán de la nada “las cifras oficiales” que los pondrá en el mayor pedestal y lloverán los reconocimientos públicos con medallas y distinciones. De eso no me queda la menor duda. Son cifras para engañar a los incautos, porque la gente de a pie, el que vive el día a día, el que se atreve a medianamente cuestionar, no se las cree, así las adornen.
La pandemia nos mostró incluso la fragilidad de su discurso xenofóbico. En el más de medio año de confinamiento en el que la mayoría de los migrantes abandonaron la ciudad, siguieron asesinando y robando. Han venido regresando y siguen los mismos asesinatos y los mismos robos y hurtos. Sacaron unas cifras que por supuesto mostraron una reducción: la gente estaba encerrada, los locales comerciales cerrados, la plataforma turística, también. No hicieron al menos un estudio de caracterización del delito o de la migración irregular si tanto les molesta; sus dimensiones regionales o los tipos y causas; las motivaciones y desde allí una posible estrategia de intervención integral. Es que no es solo criminalizar: la globalización y los procesos políticos implican ante todo desafíos y estamos en medio de uno de los más grandes.
Tampoco pudieron acabar con los Pachencas, ni con las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra; ni con la Silla, ni con el Clan del Golfo ni con la Oficina Caribe. No generaron una estrategia para controlar el Crimen Organizado Trasnacional y dejaron entrar a “Yeico Masacre” y “Los Melean”: hay que prestar atención a las “Megabandas” como “El Tren del Llano” y “El Tren de Aragua”, que han estado arribando a la ciudad.
El 2021, trae grandes retos que van desde la llegada de Hernán Giraldo; el fortalecimiento del Clan del Golfo, la presencia del ELN., y el reto que va a suponer la entrada de las disidencias de las Farc., y los carteles mexicanos. ¿Cuál es la ruta señora alcaldesa cuando todavía no conocemos el Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana?
Más columnas
Lerber Lisandro Dimas
La ausencia de los temas de seguridad en el nuevo discurso político
Polo Díaz Granados
El novio de mi hermana
Lo Destacado
De $500 billones para vías, Gobierno solo destinó $297 mil millones para Magdalena
Senadores criticaron que más de la mitad de los recursos sean dirigidos a costos de funcionamiento de las entidades.
“Los trabajos se hacen sobre el tramo que no ha sido intervenido”: Essmar
La empresa respondió a los señalamientos de la Alcaldía Distrital que los acusó de dañar la malla vial que recientemente habían arreglado en Bavaria.
Este miércoles será la audiencia de revocatoria de candidatura de Patricia Caicedo
Está pactada para las 8 de la mañana, en Bogotá.
Comunidad de Nacho Vives se volcó a las calles por crisis de servicios públicos
Sin agua ni energía eléctrica, hicieron un llamado urgente a que las autoridades miren su situación. “¿Dónde está Virna? ¿Dónde está Air-e? No somos animales” dijeron.
Patrullero le prestó su arma de dotación a un amigo y se le disparó por accidente
El hecho ocurrió en el barrio Las Américas de Barranquilla.
Descubren en Argentina restos de dinosaurio gigante
Investigadores afirman que los huesos permanecieron en el lugar por más de 200 millones de años.