Hace unos días se cumplió un año más de la muerte de Alfredo Correa de Andréis; el académico, el defensor de derechos humanos, el bacán. Tan buena gente que -segundos antes de morir- le habló a su verdugo como les hablaba a todos, con ‘bacanería’… Ey Loco no dispares, fueron sus últimas palabras. (escucha la canción)
Alfredo no solo tuvo arraigo con el Magdalena porque fue egresado de nuestra universidad pública, la Unimagdalena -de donde se graduó como ingeniero agrónomo- sino que, además -sin siquiera pretenderlo- fue elegido mayoritariamente para ejercer como rector de su alma mater; por allá en el año 97.
Eran tiempos de los paracos. En ese entonces, la rectoría de la Universidad estaba ocupada en calidad de encargo -en medio de una crisis de interinidad- por un subordinado del gobernador de entonces, Jorge Caballero Caballero -luego condenado por nexos con paramilitares-. Aquel encargado era el hoy gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo Omar, que por esos tiempo ni siquiera tenía un título profesional para justificar la dignidad que ocupaba: ¡Era un rector sin título profesional! (de esto les cuento luego en un blog)
Alfredo no aguantó los dos meses y, en mayo del 97, claudicó a su cargo. ¿Qué pasó en esa época que Alfredo Correa de Andreis prefirió irse que quedarse? Pa’ responder esa pregunta no hay mejor manera que recurrir a su papá, Alfredo Correa Galindo, su mano derecha, a quien llamaba todo el tiempo a contarle desde cualquier tontería hasta sus temores.
En octubre de 2013, como lo contó en una entrevista para Las Noticias de Telecaribe, el papá de Alfredo Correa no podía sacar de su cabeza unas palabras que -el día de la posesión como rector de su hijo- le dijo el entonces gobernador Caballero Caballero: “recuerdo las palabras que me dijo: señor Correa, no sabe Alfredo en lo que se ha metido (su hijo)”.
¡Seguramente Alfredo sí sabía! Y por eso renunció asqueado de las vagabunderías que le habían pedido hacer.
Como lo dijo el propio Alfredo (padre), su hijo renunció porque es que allí en la Unimagdalena lo que necesitaban era “un maniquí”.
“Al poco tiempo empezaron a presionar, tenía que botar al uno, botar profesores y Alfredo dijo no sirvo pa’ esa vaina, yo no tengo por qué hacer eso, pero como yo no voy a estar en esa lucha -me dijo- no me interesa. Yo vine aquí por un accidente y yo renuncio mejor, nombren a un policía y que haga esa vaina”, cuenta el papá de Alfredo en la entrevista.
Pa’ que ustedes sepan, la historia nos contó que Alfredo Correa renunció y que ese maniquí fue, finalmente, Carlos Caicedo, que en la década que estuvo en la Universidad le entregó la gratuidad al Estado y accedió a firmar un acuerdo con el gobierno de Ernesto Samper llamado 'Eficiencia Integral de la Universidad del Magdalena', con el cual se dispararon los costos de matrículas en un 1.000%, se despidieron de manera masiva a empleados y docentes -muchos de ellos abiertamente inconformes con las medidas del ahora gobernador-.
Así empezó ‘la refundación de la Unimagdalena -un nombre muy coincidente con la refundación paramilitar que por esa época hacían a punta de sangre y muerte-: que básicamente consistía en una reestructuración interna (echar mucha gente y subir exageradamente los costos de las carreras) a cambio de una inyección de presupuesto por parte del Gobierno Nacional.
La tal refundación de la Unimagdalena -esa que Alfredo se sintió incapaz de aceptar- y de la que Caicedo se jacta hoy en día, costó en su momento cargos, presiones, desapariciones (como la de Lesbia Polo), atentados (como el bombazo al sindicato de la Universidad que era una piedra en el zapato para Caicedo) y muertes… Muertes por las cuales el ahora gobernador está siendo investigado como presunto determinador. Todo esto en una época en la que mandaban eran los paramilitares.
Por todo este contexto fue que me indignó ver que el jueves pasado, cuando se conmemoraron los 16 años del vil asesinato de Alfredo Correa de Andréis, Carlos Caicedo -por mucha dignidad del cargo que representa- se atrevió a posar de representante de las víctimas para hablar de aquellos tiempos donde el paramilitarismo reinaba.
Osó decir que compartió ideales con Alfredo Correa de Andréis y hasta dijo que le prestó su apartamento para que se reuniera -en ese entonces- con los otros candidatos que aspiraban a rector. ¡Díganme ustedes! ¿Pa qué carajos el rector tenía que ambientar reuniones y hasta prestar su casa pa’ que Alfredo Correa se reuniera con sus contrincantes? ¡Ya se imaginarán ustedes por qué Alfredo casi que salió huyendo!
¡Yo no sé qué pensarán ustedes! Pero a la historia de la Unimagdalena le falta un pedazo muy grande que los paramilitares dejaron de contar. Aunque, a fin de cuentas, yo soy de los que creo firmemente que la verdad siempre se conoce, así esta llegue a durar hasta 20 años en la impunidad.
P.D. A propósito de la Unimagdalena… Conocí de primera mano que meses atrás se dieron presiones a familias de las víctimas de la época paramilitar para que se alejen y dejen de buscar la verdad. Sepan esos compradores de la verdad que no hay monto que alcance a superar la dignidad de las familias dolidas por una muerte injusta y -sobre todo- por una muerte impune.
Más columnas
Elkin Carbonó López
Pinedo y Dávila: Los de ahora
Malka Torres Bravo
¡Última Llamada! Prepárate para una Planeación Tributaria Inteligente
Melina Quintero Santos
Derecho a la salud menstrual: Un asunto de equidad de género
Melina Quintero Santos
Clínica Jurídica: innovación pedagógica, litigio e impacto social
Lerber Lisandro Dimas
Hablemos de Santa Marta, paz y corrupción
Lo Destacado
Hombre fue asesinado al interior de un taller en Ciénaga
Hasta el momento se desconoce la identidad de la víctima.
Alto Comisionado confirma participación en el Foro por la Paz de la Sierra Nevada
Así lo informó la alta consejera, Jennifer del Toro.
Unimagdalena pide reforma a la Ley 30 para aumentar recursos a la educación pública
A través de una audiencia pública, el Vicerrector Administrativo calificó el modelo de financiación como “insostenible e insuficiente”.
Capturan a cuatro personas por pintar graffitis de “¿Quién carajos es Caicedo?”
A los jóvenes se les encontró 16 frascos de aerosoles. Habían vandalizado hasta colegios, en lo que sería una cuestionada estrategia de campaña.
Comisión Primera aprueba proyecto que penaliza el abuso sexual de animales
Tras esta decisión unánime, la decisión deberá ser discutida en la plenaria del Congreso para que se convierta en ley de la República.
Descubren en Argentina restos de dinosaurio gigante
Investigadores afirman que los huesos permanecieron en el lugar por más de 200 millones de años.