En Bogotá sí se pudo: árbol de caucho retoña luego de trasplante para no talarlo

Un caucho sabanero de 91 años, declarado árbol patrimonial de Bogotá, se encuentra desde hace un año como un abuelo convaleciente, al lado de una excavación al pie de la séptima.

Por su tronco recibe nutrientes inyectados como un suero, y por una red de nueve tubos alimentadores le envían a sus raíces, semanalmente, hasta 600 litros de agua pura y con fertilizantes.

Así, y con unas ramas que muestran 12 retoños brotados en los últimos seis meses, sobrevive este caucho patriarca, que hace un año se temió que moriría, después del colosal y accidentado trasteo al que fue sometido, dentro de un terreno en la carrera 7a, con calle 75, en El Nogal.

Al longevo gigante lo corrieron 20 metros, porque estaba en la mitad del lote, donde la Constructora 75 necesitaba excavar para levantar un edificio de nueve pisos. Lo extrajeron con todas las raíces y lo levantaron con sus 22 metros de altura y sus 150 toneladas de peso. Fue el cuarto traslado de este tipo y 'envergadura' en el mundo, de estas especies gigantes. Dos se habían hecho antes en Estados Unidos y un tercero, en Australia, contó el ex director del Jardín Botánico Herman Martínez.

Fue una reubicación autorizada por la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) y el Jardín, el 8 de octubre del 2009. Solo se cumplió nueve meses después, cuando los 130 vecinos del edificio Urapán aceptaron que el árbol fuera corrido 20 metros -no 30, como lo tenía previsto la constructora- y que la firma se comprometió a seguir fielmente el plan de manejo del árbol, ordenado por la SDA.