Hospital de Pivijay pagó $110 millones por 'crayolas y cartillas'

En un salón del hospital Santander Herrera de Pivijay, permanecen desde hace meses un arrume de paquetes que en su interior contienen cajas de crayolas y unas cartillitas impresas para colorear. 

Los paquetes que están allí abandonados hacen parte de dos contratos que durante los meses de noviembre y diciembre de 2020, firmó la entonces gerente del hospital, Mayra Castro Brito, con una persona identificada como José Gregorio Cogollo Hoyos, para proveer 20 mil cartillas y 20 mil cajitas de crayolas, las cuales serían utilizadas para la "prevención de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya". 

De estos dos contratos, Números 1802 y 1986, no se sabe mucho. Pese a que desde la Asamblea del Magdalena requierieron a la gerente para que diera explicaciones, aún no se conocen actas de entrega ni evidencias del cumplimiento y ejecución del contrato. De hecho, la prueba de que en una oficina están almacenadas varios de estos paquetes dan cuenta de que, al parecer, las cartillas no llegaron a las manos de los niños de los municipios de Pivijay y sus alrededores. 

Presuntas irregularidades 

 

 

 

 

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Tal como se señala en el video-blog publicado este miércoles, los contratos actuales permiten entrever posibles irregularidades en la producción de las cartillas, que representaron un gasto público de $20 millones de pesos por cada 10 mil cartillas. 

Pero estas cartillas resultaron ser tres hojas de bloc dobladas y grapadas, y el diseño no fue más que un PDF descargado de la Unicef, de manera gratuita. 

Al hacer un ejercicio para determinar el costo de materia prima para estas cartillas, se obtiene que se requierirían de 60 resmas de papel, que, a un costo de $13.300 adquiridas en una tienda de barrios (donde normalmente tienen un precio elevado), daría un total de 800 mil pesos. El resto consistiría en fotocopiar: a un costo de $50 pesos, por copia, serían aproximadamente $1.500.000. Al juzgar por el ejercicio, es posible que el valor que se cobró por estas cartillas puedan llegar a tener un presio desproporcionado. 

Al revisar la contratación, también llamó la atención que los estudios previos justifican esta adquisición como si fuera la compra o "suministro de útiles de escritorio, o papelería para oficina". Al ver en su contexto lo que se está adquiriendo, es muy claro que esto no tiene que ver con insumos para usarlos en el área administrativa como útiles de oficina. 

Mayra Castro Brito, quien firmó los contratos en calidad de gerente del hospital, posteriormente salió de la gerencia en medio de una polémica, pues supuestamente la Gobernación del Magdalena le aceptó una renuncia que ella misma aduce que es falsa y que no ha firmado. Un juez le dio la razón a Castro Brito y ordenó su reintegro, pero esta tuvo que interponer un desacato pues el ente territorial no ha procedido a ubicarla nuevamente en el cargo.  

A través de redes sociales, la gerente adujo que el gobernador Caicedo la sacó del cargo porque supuestamente no "quiso robar para él", tal como lo afirmó en un tuit. 

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Seguimiento.co conoció que la Contraloría del Magdalena adelanta una auditoría a distintos contratos del hospital Santander Herrera de Pivijay, y en el caso de esta contratación, el acta de liquidación de los contratos no fue aportado. 

No se descarta que, en medio de las indagaciones, se aborden las presuntas irregularidades que pudieron existir en la ejecución de este contrato que, hasta el momento, no tiene mayor explicación. De la Procuraduría, otro ente de control que podría investigar las presuntas irregularidades, no se sabe nada.