La Política, de la plaza pública a pantallas cada vez más chicas

La política por esencia es dinámica y cambiante, se renueva permanentemente en virtud de las circunstancias sociales y económicas del momento. A partir de 1980 la reflexión sobre objetivos políticos comenzó a transformarse gracias a una preocupación por las presiones mediáticas. En este escenario la campaña electoral ya no tenía lugar en las calles sino en la pantalla, el discurso en la plaza pública pasó a un segundo plano y la televisión adquirió un papel preponderante.

Sumidos en esta lógica mediática los partidos políticos abandonaron los actos callejeros, en los que ellos eran los únicos protagonistas, para dar paso a la campaña electoral en televisión, en la que se constituyen simplemente en una opción. En este sentido, la pregunta es: ¿fue decisión de los políticos entregar el control del cubrimiento de la campaña electoral a los periodistas?, la respuesta es un rotundo no. Los políticos se vieron inmersos en este panorama mediatizado sin proponérselo como sucede actualmente con las redes sociales y otros nuevos medios. Lo que hoy es novedad pronto dejará de serlo.

En los debates y en las decisiones de la vida diaria la televisión había conquistado un lugar fundamental. Siguiendo esta tendencia global de transformar a la televisión en el sitio privilegiado de la sociedad, el ejercicio de los candidatos en campaña encontró en este medio de comunicación, la forma más efectiva de hacer política. La democracia buscaba nuevas formas de legitimar su discurso y la televisión emergía como el espacio apropiado para un debate transparente e inteligente. Hoy por hoy, los políticos han aceptado el fenómeno de la comunicación política y reconocen que están inmersos en un mundo mediatizado.

Esta mediatización acercó al ciudadano a la política y lo hizo partícipe de la gestión, logró también, que el conocimiento de las decisiones políticas fuera más claro y directo. Situación que no podía retroceder porque más son sus ventajas que lo negativo. Hace poco nos preguntábamos si Internet reemplazaría los medios tradicionales de comunicación, la realidad es que Internet es el nuevo gran territorio de lo político.

Antes de entrar en la realidad en la que aparecen como protagonistas los nuevos medios, vale la pena hacer un recorrido por la célebre relación medios - política y su influencia mutua. 

Entendiendo la mediatización de lo Político

La “mediatización de lo político” ha sido interpretada por muchos autores de importantes corrientes literarias y académicas. El semiólogo Argentino Eliseo Verón es uno de los más destacados. En un ensayo suyo que se titula, precisamente, Mediatización de lo Político, hace un recorrido que nos permite entender la evolución de la Comunicación Política como disciplina.

Habla de una relación particularmente estrecha en el caso de “las ciencias de la comunicación” en general. Cercanía que según él, “hace que resulte difícil hablar de las transformaciones de una disciplina sin referirse al mismo tiempo a las transformaciones de sus objetos”[1].

En este orden, fue justamente la crisis de lo político, intervenida por muchos factores, lo que permitió la transformación y el auge de la Comunicación Política como la concebimos hoy día. En este sentido Verón argumenta que: “el modo en que se mediatizo la política no es ajeno a la crisis de legitimidad de la clase política a la que asistimos aun hoy”.

Evolución de la Comunicación Política como disciplina

En un principio la comunicación era eminentemente estatal, con el paso del tiempo el escenario político se fue renovando. La reflexión sobre objetivos políticos comenzó a articularse en virtud de una preocupación por las presiones mediáticas; más allá de la reflexión clásica en términos del discurso, importaban más otros factores como la imagen, tal vez la forma y no el fondo. Después de la Segunda Guerra Mundial, la reconfiguración de la economía y el naciente mercado de consuno contribuyeron a ello.

En este panorama se dibujaron dos esferas: la de la política, asociada a la gestión a largo plazo y el imaginario de los medios, construyendo objetivos a corto plazo.

Aunque es evidente que el debilitamiento del sistema político fortaleció los medios, también es cierto que la crisis del sistema político no solo está asociada al papel de los medios sino también al sometimiento a la lógica del mercado. 

Si bien los medios de comunicación no son los culpables de la crisis de lo político, si son el espejo de su transformación. El discurso político hoy tiene un mayor registro simbólico de orden lingüístico y semiótico. Lo político sufrió una metamorfosis que logró que el discurso y el debate en la plaza pública se vieran desplazados por la inmediatez, accesibilidad y s universidad de las TIC´s, desde las más tradicionales como la televisión, hasta las modernas como el Internet.

[1] Cita textual. Pág. 220. VERÓN, Eliseo. “Mediatización de lo Político”,  Estrategia, actores y construcción de lo colectivo. Universidad de París – 8.