El misterio de los huesos humanos hallados en una sede del Vaticano

El hallazgo de restos óseos humanos el pasado lunes durante unos trabajos de restauración en la embajada del Vaticano en Italia ha generado expectativa en este país.

La Santa Sede en un escueto comunicado afirmó que los expertos están tratando de determinar la edad y el sexo de la persona a la que pertenecen los restos y la fecha de la muerte, mientras que el fiscal jefe de Roma Giuseppe Pignatone abrió una investigación por el delito de homicidio y pidió a la policía que investigue.

Los medios italianos especulan que los restos podrían ser de Emanuela Orlandi, hija de Ercole Orlandi, un empleado laico del Vaticano, quien tenía 15 años cuando desapareció el 22 de junio de 1983 después de dejar a su familia para dirigirse a una clase de música en San Apolinar, en pleno centro de Roma.

En su momento, su caso fue vinculado tanto con el crimen organizado como con un intento de forzar la liberación de la cárcel de Mehmet Ali Agca, el turco que intentó asesinar al papa Juan Pablo II en 1981.

Pietro Orlandi, hermano de Emanuela, lleva décadas intentando averiguar qué le pasó y ha acusado al Vaticano de permanecer en silencio. Sin embargo, la Santa Sede asegura que ha cooperado plenamente con la Policía.

Los medios también especulan que los restos óseos podrían pertenecer a Mirella Gregori, una chica que también tenía 15 años y había desaparecido misteriosamente un mes antes que Emanuela Orlandi. Los investigadores determinaron que las adolescentes no se conocían ni tenían vínculos.