Los buenos amigos

Empiezo este blog directo al grano, diciéndotelo así sin más: ¡Y entonces, ¿el poder para qué?! Con esta frase concluyo sin siquiera haber iniciado las razones del por qué -pese a que ya les conté sobre un megaelefante blanco llamado la megabiblioteca de Santa Marta- muy probablemente -casi que seguramente- los samarios no conoceremos a quien responda por el descalabro que nos hicieron en nuestras propias narices.

Al que no haya leído uno de los últimos blogs, le actualizo que la megabiblioteca -digna de llamarse Retroceder Nunca, Rendirse Jamás III- es una obra contratada por el entonces alcalde Carlos Caicedo y ejecutada también por su sucesor, Rafael Martínez, que debió costar 17 mil millones y estar lista hace cinco años, pero ya va pisando los 30 mil millones y aún la esperamos… sentados.

Las investigaciones por estos evidentes hechos las hay, ¡incluso en la Fiscalía! Si no pregúntenle al fiscal 11, Álvaro Russo, funcionario a quien el Estado le encargó el deber de encontrar las pruebas de una posible corrupción en esta mole de cemento ya varias veces inaugurada.

Pero -como es típico en este país, donde la vicepresidente, que facilito podría ser la presidente ante ausencia de Duque, es la hermana de una persona condenada por traficar heroína y no se lo contó al país- aquí los impedimentos saltan a la vista sin que nadie se sonroje, sin que nadie diga nada.

Es por eso por lo que Álvaro Russo, quien hasta la última audiencia seguía de fiscal del caso de la megabiblioteca- no se rubora ni un poquito por el hecho de que sus dos hijas sean ambas empleadas de la misma Alcaldía que investiga. ¡¿Con qué cara -díganme ustedes- el fiscal pretenderá meter en la cárcel a los jefes de sus hijas?!

Las relaciones de Russo con Carlos Caicedo son de antaño. De hecho, el hoy fiscal, años atrás, fue nada menos que el defensor del ahora gobernador en el proceso por el cual un juez del Circuito de Santa Marta lo condenó en 2007 a 8 años y 4 meses de prisión por peculado en favor de terceros. En ese entonces -a capa y espada- el abogado Russo decía que defendería a Caicedo hasta las últimas consecuencias (léelo aquí).

Las buenas amistades de Russo con Caicedo dieron para que, en 2012, cuando su defendido fue alcalde, una de sus hijas, Oriana Patricia Russo Manjarrés, estrenara cargo de diseñadora gráfica firmando un contrato de $16.200.000. (míralo aquí)

Los contratos volvieron a aparecer, justo el mismo año en el que la Fiscalía mostró avances para imputar cargos a los presuntos responsables. En 2019, ya no fue una, sino que fueron dos las hijas del fiscal Russo que volvieron a ser beneficiadas de contratos de trabajo en la Alcaldía de Martínez: Diana Marcela Russo Manjarrés firmó el contrato el 2 de julio de 2019 por $17.500.000 y su hermana, Oriana Patricia, firmó el contrato el 23 de septiembre por $12.500.000; dos semanas después de que la audiencia de imputación de cargos hubiera sido cancelada.

Pero, así como esta obra lleva tres alcaldes caminándose la construcción y anunciando una próxima inauguración que ni con el doble de plata han logrado concretar, las descendientes del fiscal pudieron -una vez más- encontrar un puesto donde trabajar; ahora en la alcaldía de Virna Johnson. Aquí el contrato de Oriana y aquí el de Diana Marcela en pleno 2020, firmados con apenas un día de diferencia; mientras que la investigación que lidera el fiscal Russo supuestamente avanza.

Algunos de los 4 gatos que me leen yo sé que me dirán: ¡Ombe Polo, pero si ya con Caicedo de gobernador el fuero lo lleva a la Corte Suprema. ¡Ahí no hay nada! A lo que yo les diré. ¡Por eso es que estamos como estamos!. Ustedes y yo sabemos que lo que Caicedo tiene es un poder político piramidal en donde los políticos que van quedando bajo su sombrilla deben ser protegidos. Yo sí les digo una cosa: ¡Opinen lo que quieran!, pónganse una venda en los ojos y digan ciegamente que el fiscal no está impedido.Pero quien sí no puede dejar pasar esto es el nuevo fiscal encargado del Magdalena. 

¿Cómo carajos pensará el nuevo fiscal José Dorancé Pineda Murillo mostrar resultados si sus subordinados están llenos de impedimentos, si las hijas del Fiscal Russo no se pierden de la piña en Fuerza Ciudadana? No en vano los magdalenenses nos ganamos nuestra suerte!, si es que nos maman gallo en nuestra propia cara. Y ellos allí, cual buenos amigos.

P.D. Full fuerte se fue el exalcalde Rafael Martínez en contra de la vicepresidente Marta Lucía Ramírez, a quien señaló de tener doble moral. Yo también rechazo y repudio ese silencio de Marta Lucía Ramírez, quien no le contó al país que tenía un hermano narcotraficante. Así como también rechazo y repudio que una actual funcionaria de la Alcaldía de Santa Marta y ex gerente de la Essmar designada por Martínez, Ingrid Aguirre, haya sido pareja de una persona extraditada por tráfico de drogas. De ese caso me enteré por todas las redes sociales... y también guardaron silencio. ¡La doble moral que nos gobierna!