En la vía a Taganga también hay un muerto que no se ha muerto

Ojo a este cuento porque así de facilito se puede terminar tu vida… Suponte que vas pa’ Taganga. Vas con tu esposa; con tu familia. ¡La gente que más quieres! Pa’ ir a Taganga no debería haber mayor peligro que manejar con cuidado por sus cerradas curvas que no tienen barreras de protección. El CAI de San Jorge y Taganga están allí. ¡Tú te sientes seguro!

Eso mismo pensaba una familia que vive hace más de 5 años en Taganga y que este miércoles que pasó (13 de agosto), en la noche, como lo hacen casi todos los días, cogieron la vía pa’ llegar hasta su casa. Cuando iban por Alto de San Jorge, apenas unas curvas después de iniciar el recorrido, les atravesaron de frente con varias ramas que bloqueaban la vía.

En fracciones de segundos, el conductor cuenta que vio salir a dos personas de la nada, y una de ellas tenía una pistola en su mano. ¡En esos momentos nadie sabe cómo reaccionar!

Carlos, que viajaba con su esposa al lado y la mamá de ella en el asiento de atrás, repentinamente agachó la cabeza y arrancó a toda velocidad... Solo tiene en su mente que las personas gritaban algo por la falta de agua y se escuchó un tiro. ¡Vean cómo quedó el carro!

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¡Esta gente se salvó de milagro! En el peor de los panoramas, un tiro hubiera impactado al conductor y al perder el control del carro se hubiera podido ir cuesta abajo. Por cosas de la vida, la bala pasó sin tocar a nadie.

El tema grave aquí es que esto está lejos de ser un caso aislado. A cualquiera de ustedes le puede pasar…  ¿Por qué? Porque la crisis de agua en la vía a Taganga es insostenible.

Primero fueron los bloqueos y quejas de la comunidad en esta vía que lleva a Taganga, después fueron los ‘secuestros temporales‘  de los carrotanques pa’ conseguir agua ‘por las buenas o por las malas’; ahora amenazan y hasta disparan al que sea. ¡Eso le pasó a esta familia!

A este punto de la crisis, ya no tiene caso decir y repetir lo que este alcalde pude hacer y no hizo (lea este por ejemplo). ¡El daño está hecho! Caicedo debe ponerse pilas y entender que el tema ya no es solo de agua sino de seguridad. Lo mínimo que el alcalde puede hacer por ahora es pararle bolas a la petición de esta familia que por poco y muere: ¡Pongan seguridad permanente, y no espontánea, en la vía!

Y por favor, no se le ocurra ahora inventarse otras Fiestas del Mar.

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