Con la decisión del concejal Carlos Pinedo Cuello de retirarse del Concejo de Santa Marta para prepararse para sus futuras aspiraciones electorales, la silla de la Presidencia del Concejo fue ocupada ahora por Juan Carlos Palacio.

Palacio, quien llegó al Concejo gracias a la curul del Estatuto de Oposición, al quedar de segundo en las elecciones a la Alcaldía de 2019, garantiza la continuidad en la Presidencia del Concejo, por lo que prácticamente no se presentan cambios con la salida de Pinedo Cuello.

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No obstante, le compete ahora a Palacio asumir retos por los seis meses del año 2022, meses que serán cruciales para lo que será el último año de Virna Johnson.

Lo primero para tener en cuenta es que estos meses que restan del año, con Palacio de presidente, son los más importantes para la alcaldesa, puesto que el año entrante no se permiten hacer empréstitos ni vigencias futuras, así que lo que la primera mandataria deje definido este año es lo que definirá el cierre de su administración.

En ese sentido, uno de los proyectos clave que pasarán por el Concejo será el que busca la aprobación del presupuesto de la Alcaldía para el año entrante.

Otro proyecto clave será el que defina el escenario financiero para la captación del agua en Santa Marta. Si este proyecto no pasa por el Concejo antes de diciembre, los samarios se perderán la oportunidad de captar el agua y ya será esta una tarea para el siguiente mandatario local que llegue a este cargo de elección popular.

También se espera que pase por el Concejo de la ciudad el proyecto con el cual se combatirá la erosión costera en el sector de Playa Salguero, pues ya hay estudios definidos y es necesario que se definan los recursos para materializar esta solución.

Durante el mes de julio, la presidencia de Palacio tendrá que definir también la celebración del 29 de Julio, en las que se entregan las condecoraciones de la Cruz de Bastidas a los personajes ilustres de la ciudad.

Se espera, igualmente, que, en estos últimos meses, los concejales continúen con el control político a los secretarios.