Una pensión: la posible causa de la muerte de una anciana de 93 años

Una acalorada trifulca familiar, por causa de una pensión de un salario mínimo ($781.242) es, posiblemente, el motivo principal que rodea la muerte de María del Tránsito Valencia de Hernán­dez, una mujer natural de Remolino, Magdalena, que fue halla sin vida en su domicilio, al sur de Barranquilla.

Según Al día, el 30 de abril, cuando se conoció la no­ticia de la muerte de María, de 93 años, varios vecinos informaron que sus familiares la tenían en completa desidia.

Además, uno de sus hijas asegura que su mamá no murió por causas naturales, porque la seño­ra no podía caminar y tenía un golpe en la cabeza y sobre todo un hematoma en el cuello “como si la hubieran estrangu­lado”, señaló.

 Por eso Josefina, sus allegados y un grupo de allegados, les piden a las autori­dades que investiguen bien la muerte de María del Tránsito y establezcan plena­mente las causas del fallecimiento.

la nonagenaria enviudó hace 20 años y heredó la pensión de su esposo, un agricultor que toda su vida trabajo en fin­cas bananeras “tirando machete”. El matrimonio tuvo siete hijos de los cuales sobreviven cuatro: Josefina Her­nández Valencia, Alcides Hernández Valencia; y otros dos, de los cuales uno sufrió un accidente y prácticamente se encuentra en estado vegetal.

Josefina Hernández Valencia, de 51 años, hija de María del Tránsito, y quien la tenía bajo su cuidado; recordó ayer que hace cuatro meses su hermano, Alcides Hernández Valencia, de 62 años, se llevó a la señora para su casa, el sitio donde la hallaron muerta, desnuda en un colchón el pasado 30 de abril.

 Hernández manifiesta que durante los años que tuvo a cargo a María del Tránsito (con la ayuda de uno de sus hermanos), nunca le pasó nada; y en medio de la po­breza en la que viven “estaba bien atendi­da”. Sin embargo, en los últimos tiempos Alcides empezó a afirmar que Josefina se apropiaba del dinero de la pensión, y decidió llevarse a la señora para su casa.

La mujer añadió que los vecinos le di­jeron que su mamá, al parecer, vivía en malas condiciones en casa de Alcides. No la atendían, no le compraban los medica­mentos que necesitaban, y la mantenían acostada, supuestamente desnuda en un colchón sucio. 

“Después de que mi her­mano nos insultó y se la llevó, no la vol­ví a ver, y no me metí más en eso porque los hijos de él, mis sobrinos, son personas muy complicadas, violentas, consumen ‘vainas’, y por eso me hice a un lado”, afirmó Josefina.