Exalcalde Hugo Gnecco ahora está recluido en la cárcel Rodrigo de Bastidas

Hugo Gnecco Arregocés fue dos veces alcalde de Santa Marta (1993 y 2001). Miembro de una de las familias más poderosas y temidas de La Guajira: los Gnecco Cerchar. Condenado por corrupción, fugado de la justicia y víctima de un atentado a bala que por poco le quita la vida.

El párrafo anterior resume el actuar político del exalcalde samario que, pese a sus antecedentes, gozaba de detención domiciliaria hasta hace algunos días, cuando un juez de Santa Marta le revocó el beneficio de casa por cárcel y se lo cambió por detención en un centro carcelario.

Así se lo confirmó a Seguimiento.co una fuente oficial de la Fiscalía General de la Nación, quien reportó que el exalcalde fue enviado a terminar de cumplir su condena en la cárcel Rodrigo de Bastidas, en Santa Marta.

En sus años de Alcalde, Gnecco fue el responsable de una de las contrataciones que más daño le han hecho a la ciudad en los años recientes: en 2002 Gnecco regaló tres inmuebles del distrito a unos privados a cambio de que estos construyeran el mercado público en Santa Marta. Años después, estos contratistas ahora le reclaman a la ciudad más de 30 mil millones de pesos.

Pero sus líos comenzaron en el año 2003, cuando la Fiscalía lo acusó por contratos irregularidades y dictaron en su contra una orden de captura. A partir de ese momento, Gnecco pasó de ser un respetado servidor público a un prófugo de la justicia.

Del dos veces alcalde de Santa Marta no se supo nada hasta dos años después, cuando lo que parecía ser un atentado contra un ciudadano desconocido en Venezuela, terminó por destapar la realidad: se trataba del propio Hugo Gnecco.

Con la identidad cambiada por la de un abogado llamado Rafael Manuel González González, el exalcalde de Santa Marta se encontraba el 8 de julio de 2005 con su esposa, María Eugenia Cotes, en la ciudad de Maracaibo, cuando de la nada aparecieron hombres armados que le dispararon a quemarropa: dos tiros certeros en el rostro por poco le quitan la vida.

Posterior a esto vino su extradición desde Venezuela hacia Colombia, donde fue condenado a 10 años de cárcel por desfalcos que ascendieron en su momento a los 5 mil millones de pesos.

Un vuelco al arrepentimiento

Quizás el haber estado tan cerca de la muerte sirvió para que el otrora alcalde diera un vuelco de arrepentimiento a su vida.

Tanto así, que Gnecco pasó a una nueva etapa de su vida, esta vez más espiritual, a través de la prédica religiosa de la palabra de Dios.