Ordenan medida de aseguramiento contra 3 jefes del ELN por crimen de dos periodistas hace 28 años

Fue ordenada la captura a tres integrantes de la cúpula del Comando Central del ELN, señalados de ordenar el asesinato contra dos periodistas hace 28 años.  La orden fue impuesta por un Fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación

El ente acusador aseguró que los responsables del doble crimen fueron Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’; Israel Ramírez Pineda, alias ‘Pablo Beltrán’; y Eliécer Herlinton Chamorro Acosta, alias ‘Antonio García’.

Los sujetos antes mencionados habrían asesinado a los comunicadores que llegaron a Segovia, Antioquia a realizar un trabajo periodístico y fueron confundidos como integrantes de inteligencia militar.

A los jefes de esa guerrilla se les atribuye el homicidio agravado de los periodistas Julio Daniel Chaparro Hurtado y Jorge Enrique Torres Navas, ocurrido el 24 de abril de 1991 en el municipio de Segovia.

A través del proceso, que se adelanta en Ley 600, el ente investigador determinó que los dos comunicadores viajaron hasta Segovia para recopilar información que les permitiera narrar en una crónica los hechos sucedidos el 11 de noviembre de 1988, en lo que se conoció como la ‘Masacre de Segovia’, y que dejó 46 personas asesinadas y 45 más heridas por una incursión paramilitar de un grupo comandado por Fidel Castaño Gil.

De acuerdo con la Fiscalía, "la investigación permitió establecer que el homicidio de los dos periodistas fue ejecutado por integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) quienes creyeron que los hombres que recién llegaban de Bogotá (3:30 p.m.) hacían parte de la inteligencia militar".

El asesinato de los periodistas ocurrido hace 28 años, fue declarado como ‘Crimen de guerra’ por la Fiscalía General de la Nación en diciembre pasado.

“Eran civiles que no participaban en el conflicto”, aseguró en su momento la Fiscalía y agrega que “aquí las milicias del ELN actuaron en acatamiento a su misión de combatir a las fuerzas del Estado y opositores a sus objetivos de lucha, con el convencimiento de que las víctimas eran miembros de inteligencia militar, a quienes por demás catalogaban como aliados de los paramilitares, otros de sus enemigos naturales en este extenso conflicto colombiano”.