"Fuerza Ciudadana le ha quitado la oportunidad a Santa Marta de que el Gobierno le tienda la mano": Palacio

Es imposible pensar en el Concejo de Santa Marta y no imaginarse a Juan Carlos Palacio. Al conservador lo anteceden 22 años de trayectoria en la corporación edilicia y seis elecciones, todas garantizando curul y liderando las toldas azules a nivel local. Solo basta pensar en los últimos comicios, en 2015, cuando obtuvo la máxima votación al Concejo con 4.320 votos.

La semana pasada (18 de febrero), Palacio anunció públicamente su intención de aspirar a la Alcaldía de Santa Marta, respaldado por su partido de tradición, pero también con una intención particular: convertirse en el catalizador de lo que, según su lectura, le hace falta a Fuerza Ciudadana: de una vez por todas dejar las posiciones extremas y comenzar a trabajar de la mano con otras fuerzas políticas, para lograr consenso y así llamar la atención del Gobierno Nacional y atraer recursos para el desarrollo de la ciudad en los próximos años.

Palacio no se considera un político “de los de antes” –refiriéndose al discurso de Fuerza Ciudadana– pues si ha habido alguien clave para llevar a cabo las políticas que se ha trazado el partido ha sido el propio Palacio, quien, desde el Concejo, ha impulsado los principales proyectos de acuerdo en favor de la administración distrital.

Las intenciones del concejal son evidentes: enviarle el mensaje a Caicedo y su movimiento de que por su cuenta, así se mantengan en el poder, no llegarán lejos, pues los verdaderos cambios para la ciudad se logran con recursos del Gobierno Nacional, y estos no se obtienen con los congresistas de las FARC, sino dialogando con las fuerzas políticas que Gobiernan. Palacio asegura que es la persona que tenderá esos puentes e invita desde ya a comenzar a mirar hacia un mismo lado.

¿Cómo va ese proceso para formalizar la candidatura a la Alcaldía?

Estamos en el proceso de inscribir mi intención en el Partido Conservador para obtener el aval como candidato a la Alcaldía para la ciudad de Santa Marta. En este proceso se vienen haciendo unas coaliciones, hemos hablado con algunos sectores de los partidos de Gobierno (Central), como el Centro Democrático, que aspiramos sea un avalador, y de coavaladores como Cambio Radical, que puedan ir acompañando la candidatura. Tenemos también el apoyo de empresarios que nos han mostrado respaldo.

¿Quiere decir que ya han conversado con Honorio Henríquez?

Con Honorio sí hemos conversado. El objetivo es la búsqueda de los partidos de Gobierno que puedan definir la candidatura. Se necesita una serie de circunstancias que nos lleven a tomar la decisión, que es bien responsable y de mucho cuidado. En el caso nuestro que siempre hemos estado acostumbrados a ganar.

¿Y le apunta a alianzas con Fuerza Ciudadana? ¿Ha hablado de esa posibilidad personalmente con Carlos Caicedo?

No la descarto. Tuvimos conversaciones antes de diciembre, hasta ahí hemos hablado. Pero Fuerza Ciudadana tomó una decisión de ir por la Alcaldía y por la Gobernación del departamento. Hoy no hay un acercamiento, pero esperamos que haya conversaciones que den para un entendimiento final.

¿Simplemente no la descarta o en su intención le apunta a que sus alianzas incluyan a Fuerza Ciudadana?

Independientemente de que no haya aceptación por parte de algunos de los partidos que quiero que coavalen nuestra candidatura, como el Centro Democrático, que puede decir que no (a Fuerza Ciudadana), nosotros estamos muy abiertos (a las alianzas) porque buscamos que Santa Marta se una nuevamente, que no haya división de clases ni de espacios.

No podemos seguir invirtiendo las finanzas del distrito de los últimos tiempos, que son unos 600 mil millones de pesos, sin la ayuda del Gobierno. Si eso hubiera ocurrido, Santa Marta ya hubiera invertido 1.5 billones de pesos.

¿Qué se hubiera logrado con la ayuda del Gobierno?

Ya estuviera la vía a Taganga, la doble calzada hacia el Rodadero podría estar hecha ya. Hubiera obras que realmente dieran muestras de que hay mayor inversión en la ciudad. Fuerza Ciudadana ha retirado a Santa Marta de la oportunidad de que el Gobierno Nacional entre a tenderle la mano.

¿Cómo lograr esa convergencia con Fuerza Ciudadana?

Tiene que haber un cambio en el modelo de Gobierno. No tiene que entregarse mermelada a los congresistas, pero sí tiene que darse un espacio de armonía política donde todos tienen que jalar para el mismo lado, y eso es lo que trae la inversión a la ciudad.

Por ejemplo, radicaron el Plan Nacional de Desarrollo, que son 172 billones de pesos y ¿cuánto hay para el Magdalena? Ni siquiera hay un billón de pesos. Rogamos que nos dieran (los recursos para) la captación de agua pero no lo conseguimos porque no hay armonía de los congresistas con los administradores del poder para traer los recursos para la ciudad.

¿Cómo deben ser esas alianzas: de Palacio con los demás o de los demás con Palacio?

No determino eso para no herir susceptibilidades en este punto. Lo que queremos son consensos, que Santa Marta tire para el mismo lado. Yo doy garantías de que no voy a improvisar. Sí haré compromisos para la clase política, pero para sacar la ciudad adelante. Es cierto que hay que cambiar algunas formas de cómo se gobierna hoy en la ciudad, para que podamos caber todos.

¿Qué corregiría de la forma como Fuerza Ciudadana ha hecho las cosas?

Miremos los casos de educación, que no hemos podido subir del penúltimo lugar a nivel nacional; la extrema pobreza en Santa Marta, que lleva una curva ascendente y rápida. El tema de la salud es crítico e inconcebible, que Gaira no tenga una policlínica, ni Pescaíto. Que se hayan invertido 33 mil millones en la megabiblioteca, pero que no hayan podido coger 10 mil millones para solucionar el problema de los vendedores ambulantes en la quinta.

No comparto, por ejemplo, que Santa Marta para los 500 años, para las obras que están en un documento Conpes del Gobierno, estén trayendo congresistas de izquierda que no están apoyando al Gobierno Nacional y están mostrando que esos son los embajadores de la Santa Marta 500 años.

¿Se refiere a los congresistas de las FARC que estuvieron en diciembre?

Sí. Ténganlo por seguro, que eso será un fracaso porque no tendremos quién jalone esos recursos.

¿Qué opina sobre la iniciativa de Caicedo a la Gobernación del Magdalena?

No la comparto. Creo que debió ser concertada con algunos de sus aliados, que hemos sido los conservadores, un sector de Cambio Radical que lo hemos acompañado. Otro podría haber charlado con la clase aliada que tiene en su Gobierno, e indicar cuáles serían sus pasos. Es que la política hace parte de compartir con quienes te ayudan en el plan de Gobierno, para ayudar en la ciudad.

¿Qué piensa de todas esas concesiones que ahora están pasando a manos del Distrito?

(Los concejales) nos hemos equivocado en aprobar algunas concesiones, como la de Malla Vial, que me arrepentí de haber aprobado porque no retribuyó a la ciudad en dinero lo que representaba en sus obras. Pero otras como Alumbrado Público no me intranquilizaba que lo manejara una concesión, pues mediante el plan de mejoramiento se hacían las inversiones en la ciudad.

Hoy tengo una preocupación de que estas concesiones vuelven a lo público y estaré muy pendiente, mientras permanezca en el Concejo, de que el servicio no vuelva a los tiempos de antes: donde los vecinos teníamos que recolectar para cambiar las bombillas porque lo público no fue capaz de mantener el alumbrado de la ciudad.

La mayoría de estas concesiones se están reuniendo en Essmar, un cargo que se vuelve muy poderoso, ¿no cree?

¡Es otra cosa que me inquieta! Hablamos de un presupuesto de unos 100 mil millones de pesos al año: 60 mil millones en el agua, 25 mil millones de alumbrado público, 10 mil millones la interventoría de Interaseo, 5 mil millones de la escombrera, etcétera, etcétera.

Es de mucho cuidado y ojalá que esta entidad no caiga en lo que fue Obras Públicas para el Distrito de Santa Marta, que fue el generador principal de la deuda que tuvo el distrito y que lo llevó a la Ley 550.

¿Qué hará al respecto mientras pueda?

Dejaré esa inquietud cuando renuncie (al Concejo), citaremos a la gerente de Essmar y dejaremos plasmado para la historia esa consideración de la entidad. Porque me preocupa que lo privado vuelve a lo público, pero sin ningún beneficio para el ciudadano. En el caso del alumbrado público, por ejemplo, debería reducirse la factura del usuario por la migración a luces LED, y también debería aliviarse la carga a los empresarios del turismo que pagan por esta concesión.

¿Cuándo termina la etapa de Palacio en el Concejo?

Si en las próximas 3 semanas nuestra se dan los requisitos (posibilidad de alianzas entre candidatos), estaríamos renunciando el 30 de abril, último día del periodo ordinario del Concejo que inicia este primero de marzo.

¿Y si no encuentra las condiciones?

En el caso de que salgan 2 candidatos o más y no haya acuerdos con una propuesta programática donde todos estemos incluidos, daré un paso al costado.