Estados Unidos elige presidente en una carrera reñida entre Kamala Harris y Donald Trump

Estados Unidos enfrenta este martes unas elecciones presidenciales que mantienen al país en vilo, con Kamala Harris y Donald Trump en una competencia ajustada y con el desenlace dependiendo de un puñado de estados decisivos. 

Según el último análisis de Five Thirty Eight, Harris lidera con un 48% frente al 46.9% de Trump en el voto popular, aunque este factor no garantiza la victoria en el sistema electoral estadounidense, que se define en los 538 votos del Colegio Electoral. 

En siete estados clave —Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Nevada y Arizona— se centran los esfuerzos de ambas campañas, ya que sus delegados podrían inclinar la balanza para cualquiera de los candidatos.

Ambos candidatos han desplegado una estrategia intensa en estos territorios. 

Harris, enfocada en Pensilvania, realizará mítines en Scranton y Filadelfia con el respaldo de figuras del entretenimiento, mientras que Trump, apostando por Carolina del Norte, Pensilvania y Míchigan, realizará actos en diversas ciudades estratégicas.

Las encuestas reflejan una paridad absoluta en Pensilvania y Nevada, con ligeras ventajas de Trump en estados como Georgia y Arizona. En contraste, Harris lidera por estrecho margen en Wisconsin y Míchigan. Así, la elección parece dirigirse a una definición de última hora en estos estados, donde ambos candidatos buscan asegurar cada voto.

Con un electorado polarizado y la posibilidad de que un candidato gane sin tener la mayoría popular, la elección pone a prueba el sistema electoral de Estados Unidos. 

Aunque Harris mantiene un liderazgo en el voto popular, los resultados de esta noche podrían arrojar una conclusión inesperada, dependiendo de cómo se definan los estados clave en el Colegio Electoral.