Desenlace fatal de un niño de Aracataca; su mamá dice que no murió por covid-19

El niño Maikol Fernández Galindo, falleció el pasado 28 de mayo en la clínica El Prado de Santa Marta. Al pequeño de siete años le aplicaron la prueba de covid-19 en el hospital San Rafael de Fundación. Su mamá afirma que su hijo no falleció por el virus; aún esperan los resultados.  

Beatriz Galindo, conocida en Aracataca como Tatiana, relata que la noche del 27 de mayo preparó un jugo con leche y esencia de cola. “Le di un vaso normal a Maikol, pero él fue a la cocina y se pegó a la olla del jugo y luego se puso a hacer maromas en la cama. A los minutos me dijo que no podía respirar bien”.

Cuando eran cerca de las 10:00 de la noche de ese 27 de mayo, Beatriz llevó a su niño al hospital de Aracataca, donde le dijeron que el pequeño tenía un soplito en su corazón.

“Él siempre fue un niño sano, esa noche me enteré del problema que tenía el soplito. Nosotros habíamos observado que cuando se agitaba presenta algunos problemas”.

Beatriz contó que la médico de turno le dijo, que a lo mejor su niño presentaba una mala digestión, porque le había crecido la ‘barriguita’. “Me mandó a comprarle unos medicamentos…Mi niño me dijo que se sentía mejor y nos fuimos a casa”, explica.

La madre del pequeño señala que al llegar a casa, nuevamente el niño presentó inconvenientes para respirar, “estaba serenando, agarré la moto y junto a un vecino me lo llevé otra vez para el hospital de Aracataca”.

Maikol fue trasladado al hospital San Rafael de Fundación, aproximadamente a las 12:00 de la noche. “Allá le hicieron una placa, le tomaron una muestra de sangre y le inyectaron una prednisolona…Esa inyección lo puso mal, se estaba ahogando, la respiración la tenía más fuerte y luego se fue calmando”.

Minutos después el pequeño de siete años fue aislado porque era sospechoso de coronavirus. “Él estaba mejorando, se quitaba el suero para ir al baño, comió frutas, tomó jugo de melón, claro sentía la dificultad para respirar”.   

A Maikol le practicaron la prueba de covid-19 en el hospital de Fundación. “Le metieron siete veces la sonda por la nariz, él no se dejaba, a mí no me gustó la forma de como lo hacían, hasta le dijeron que si no se dejaba, lo iban a amarrar, como si el niño fuera un animal”.

Cerca de las 4:00 de la tarde del 28 de mayo, Maikol fue trasladado a la clínica El Prado de Santa Marta. “Venía con su oxígeno, pero hasta por momentos se lo quitaba y me decía que estaba bien. Cuando íbamos ingresando a Santa Marta, me lo puse en las piernas y le mostré el mar, los edificios y me decía: que bonito mamá; pienso que una persona grave no iba a estar pendiente de esas cosas”.

Beatriz manifiesta que al llegar a la clínica, “no me dejaron entrar, salió un médico y me dijo que mi niño estaba grave, que iban a hacer todo lo posible…A mi hijo le realizaron una placa en el tórax, me dijeron que tenía neumonía y que era sospechoso de covid-19”.

La madre del pequeño cataquero al ver que no la dejaban entrar donde está su niño, salió a llevar los bolsos donde un familiar, sin embargo, explica que no alcanzó a llegar cuando recibió una llamada de uno de los médicos diciéndole que su hijo estaba muy mal.

“Me regresé  enseguida, cuando llego, me dice la pediatra: a tu bebe le dio un paro y está muy grave. Me sentía mal, yo no veía a mi hijo así, ellos (médicos) corrían de aquí para allá, no me podían decir nada…Luego me dijeron un poco de cosas que no entendía, yo solo les respondía: ustedes tienen la fórmula de covid-19, por qué no me aislaron y me hicieron la prueba a mí, si mi hijo la tiene, yo también la tengo. Me dejaron sola, me pusieron unas batas, un gorro, guantes y vi a mi niño detrás de un vidrio, estaba pálido, descuidado, no pareciera que hubiese muerto en ese momento, sino que ya tenía rato”, confesaba Beatriz.

A la madre de Maikol le pidieron que firmara un papel en el cual autorizaba la cremación de su hijo. “Yo les dije que era sospechoso, más no está confirmado su caso, por qué no me lo dejan en un cuarto frío. Ellos me decían que igual lo iba a cremar”.   

El alcalde de Aracataca, Luis Emilio Correa, se apersonó del caso y fue hasta Santa Marta para ayudar a la madre de Maikol. “Nosotros no teníamos como sepultarlo, el alcalde nos ayudó. Lo sepultamos con el cajón sellado en el cementerio Jerusalén de Bonda”.  

Beatriz insiste que su hijo murió  por una broncoaspiración y a la vez agrega, “entonces por qué no me hacen la prueba a mí y a quienes viven conmigo, somos siete personas y dentro de ellas dos niños”.

Ahora la madre de Maikol espera el resultado de la prueba de covid-19 para determinar la causa de la muerte de su pequeño y “si da positiva los médicos van a ir a mi casa a practicarnos la prueba a nosotros”.