Propuestas de rulos entre personajes de rulos

Una de las cosas que caracteriza a los gobiernos, llámese como se llamen, es su desmesurado propósito de hacer reformas políticas que queden consignadas en los corazones contritos y provechosos de los que son apáticos a la política y de los que se benefician de ella, y ante todo, que se les recuerde con la mayor altura posible de restauradores de la democracia y del equilibrio de poderes entre las distintas fuerzas que componen el Estado.  

Y la verdad que este gobierno, ni de restaurador ni de equilibrado componente de fuerzas tiene –por ser un negociante de las instituciones. Así lo demostró-, y menos cuando insiste en reiteradas reformas de largo plazo como la electoral, y que resultarán como las que tanto ha presentado en todos los escenarios con su patético y repetido canto de burundanga y mochilanga en favor de la paz y del posconflicto con los desmovilizados o reincorporados de las Farc, y que han sido estos últimos, los que han agendado la desaparecida facultad de iniciativa legislativa gubernamental e imponiéndose la cartilla criminal para trazar el camino que le depara al país en lo que viene. 

Propone Misión Electoral como mandadera del gobierno y con la anuencia al parecer de los Registradores Ad Hoc del secretariado, que el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría sean reemplazadas por una Corte y un Consejo Electoral, es decir, lo mismo que pretendían hacer con el Consejo Superior de la Judicatura, solo cambiándole el nombre, suprimiendo algunas funciones y desplazándolas a otros organismos, y así hacerle creer a los despalomados ciudadanos, que ahora si esto va a funcionar como lo han pretendido o pretendieron con la extinta Comisión Nacional de Televisión, hoy Autoridad Nacional de Televisión con sus antecedentes, y donde nadie dice ni responde por lo que hicieron algunas fichas en el pasado y tal vez hoy en el presente. 

Además, sería sumamente grave que el tema electoral lo maneje el gobierno a su antojo, por ser la proponente de su misma iniciativa y corte, junto con sus mismos miembros y delegados –sean de la Farc o no-, y ante todo, que le reste competencias al Consejo de Estado para que dirima los conflictos que se susciten en el desarrollo de las actividades de elecciones entre inhabilidades, incompatibilidades y fraudes, y en consecuencia, añadiéndole el mismo sistema de cooptación de la rama judicial a dicha corte electoral, para que ya no sea manejada por los supuestos magistrados de ese sistema en la prórroga de manzanillos, sino por el mismo gobierno a través del ministerio del interior, junto con los partidos políticos de coalición y mayoría, que resolverían las elecciones del orden nacional y del territorial como juez y parte. Bonita melodía.

Y así son todas las cosas del gobierno como lo sugieren hoy las cabezas de los órganos de control frente al tema de la corrupción: discursos y ladridos  de foros.   

Todavía no se entiende como los ternados ayer por el gobierno y elegidos por el congreso y la Corte Suprema de Justicia proponen una lucha contra la corrupción. Si bien en su condición (es) de status funcionario y rol frente a lo que se debe hacer, está defender las instituciones en su disciplina, aspecto  fiscal y penal, que por cierto no es discutible, porque lo discutible no está tampoco en sus méritos y calidades, sino en la procedencia y en la escogencia de su permanencia. 

Hoy el contralor podrá decir que el gobierno es un despilfarrador y desequilibrado con el gasto público con la celebración indebida de contratos, pero de ahí no pasa. Podrá decir el Procurador que el congreso no actúa dentro del orden de sus funciones legislativas, pero de ahí no pasa. Podrá decir el Fiscal que él y su proponente a dicho cargo, hasta ahora se enteran de Odebrecht –estando vinculados como Humberto de la Calle-, pero igual ello no tiene repercusiones políticas, ni económicas, ni penales y mucho menos disciplinarias, porque así es el funcionamiento del Estado, y será mucho más determinante cuando lleguen los actores del conflicto –que ya llegaron por cierto-, que quedaron por fuera en el pasado y que hoy siguen imponiéndose como lo hicieron con el estatuto de oposición y con el resto de reformas que ya están en capilla para ser aprobadas en los pupitres de los actuales congresistas y por orden de Timochenko y Cia.   

Es una lástima que el tema anticorrupción sea solo una antorcha de personajes que solo tienen estrecha relación con los que hoy y ayer están o estuvieron involucrados en temas de esa naturaleza o pareciera que estuvieran haciendo el mandado para despistar. Ya el diablo no tiene a quién escoger. Ya en los infiernos no hay cama para tanta gente, porque también existe hacinamiento como en las cárceles colombianas, donde el mal se incrementó al 8 por mil en reformas tributarias, y hasta en perdones como la JEP, que hoy sin existir este régimen de justicia, ya todos reclaman de ella su resolución en favor de los criminales de guerra y políticos. 

La verdad, sigue siendo una lástima todo este espectáculo de la clase política colombiana y de los que creyéndose que son impolutos y diáfanos, también han contribuido en alcaldías y gobernaciones desastrosas, y que hoy pretenden señalar y reclamar con indiferencia frente al pasado lo que el presente sigue mostrando con estrecha verdad e incuestionable seriedad.

Como señalaba mi bisabuelo Rafael Diaz Granados Pumarejo: nadie se salva y menos que pueden tirar la primera piedra.

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-El nobel de paz declarando la guerra en Siria. Y todavía siguen creyendo en su discurso.

-La economía va mal, así digan lo contrario los tecnócratas que siguen quebrando al país.

-Y en Santa Marta dicen que el desaparecido Rio Manzanares puede generar una catástrofe como en Mocoa, aun sin tener estudios técnicos y soportes que digan la verdad. Así todo es: chiste.  

 @JorgePerezSolan