El carro de los bomberos se quedó parqueado; otra vez será

Los hinchas del Unión quedaron anoche con las ganas de festejar. Las calles desoladas y los rostros afligidos mostraban el sello de la derrota. El empate ante el Cortulúa en ‘El Campín’ fue una estocada a la esperanza que albergaban.

El discreto optimismo que entre los aficionados reinaba en las horas previas al partido era el presagio de que las noticias no serían alentadoras. En los estaderos y casas particulares las banderas azulgranas cesaron de ondear, rodaron por el piso y fueron arrastradas por la brisa; el Pitán pitán, de Carlos Vives, dejó de escucharse; las botellas de licor quedaron a medias en las mesas de los estaderos porque ninguno quiso seguir bebiendo.

Las caravanas de carros quedaron preparadas y la estatua de El Pibe Valderrama, frente al derruido estadio Eduardo Santos, sirvió de lamento para algunos.

El panorama en Twitter era de un conforme optimismo y a los pocos que se desahogaron en sus lamentos, fueron criticados por no acompañar al Unión Magdalena, no ser hinchas fieles, y querer aprovecharse de la oportunidad de ascenso para sacar pecho. 

No sobraron las alusiones a Carlos Vives, al Pibe y al Padre Linero, las tres figuras públicas más representativas de la ciudad, e hinchas furibundos del equipo, que en todo momento se mostraron con la seguridad de que el Ciclón Bananero clasificaría. Tanto así, que en Twitter, el cantante samario dijo que si volviera a nacer y fuera jugador del Unión Magdalena, no se iría para otro equipo ni por toda la plata del mundo. 

En Santa Marta quedó el sinsabor de, pese a tener la oportunidad muy cerca, no se logró la victoria, ni jugando contra 10. 

Entretanto, el exjugador de los crespos de oro, no pudo cumplir su palabra de montarse en el carro de Bomberos si el Unión Magdalena ganaba. Aunque difícil lo hubiera tenido, pues al mediodía del marte, el Pibe partió hacia Alemania.