La respuesta del Watusi ante el presunto caso de discriminación contra joven con autismo

La discoteca-bar indicó que intentaron mediar con la familia, porque había clientes incómodos dado que el joven, al parecer, se acercó a bailarles y saltar. El administrador habría sido agredido por el padre.

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En las últimas horas la discoteca-bar de razón social ‘El Watusi Poderoso’ se pronunció sobre el polémico caso de presunta discriminación que habría ocurrido al interior de ese lugar (por parte del dueño) contra Julián Osvaldo Martínez Vásquez, un joven de 23 años que estaba con su familia celebrando un cumpleaños.

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Mediante un comunicado a la opinión pública posteado en redes sociales, ‘El Watusi Poderoso’ en primera instancia pidió disculpas, aseguró que entiende la situación y manifestó que hay un compromiso a futuro.

Asimismo, la discoteca-bar relató que el viernes, 8 de octubre, a eso de las 10:30 p.m. ingresó la familia de Julián Osvaldo, incluyéndolo, e indicaron que iban a consumir una malteada o un helado de chocolate. “Sin embargo, al ya estar ubicados en una de las mesas que se encuentra al interior El Watusi, ordenaron una botella de aguardiente y unas cervezas”, dice el comunicado.

En el texto, el negocio indica que Julián Osvaldo, minutos después, estaba en la pista bailando junto con su familia, ante lo cual, supuestamente, no le vieron problema. “¿Por qué habría de haberlo? Somos un bar-discoteca y eso es lo que se hace en estos espacios”, señala El Watusi.

De acuerdo con la versión del establecimiento, la situación se tornó tensa cuando clientes de otras mesas, al parecer, se sintieron incómodos porque el joven empezó a acercárseles para bailar, al tiempo que también saltaba. “Esto obviamente puede afectar esa misma intimidad que la gente busca y sobre todo en tiempos de pandemia donde, en general, estamos reacios a que se nos acerque gente que no conocemos, a una distancia poco prudencial, además que su mesa gozaba de suficiente espacio para el grupo”.

El Watusi sostiene en su versión que los clientes le solicitaron al personal que trabaja en el lugar que controlara la situación; al tiempo que también se presentaron casos, al parecer, de personas que pidieron la cuenta para retirarse.

“Es por esto que el tema fue tomado por uno de los administradores, quien le pidió a los meseros que trataran de hablar con los padres y pedirles si podrían hacer como tutores que el joven bailara junto a ellos o permaneciera cerca de su mesa, en ningún momento nuestra primera solicitud fue pedirle a la familia que saliera de El Watusi”, dice el comunicado.

En ese momento, según la discoteca, la madre del joven, Luz Stella Vásquez, tomó la petición como discriminatoria y se dirigió a hablar con el administrador, quien le comentó lo que estaba pasando con otros clientes.

En el relato de los hechos, El Watusi indica que mientras hablaba con el administrador, la señora Luz Stella le dijo que iría mesa por mesa a preguntar si su hijo les incomodaba. “Se le explicó que la probabilidad de que una madre le pregunte a una mesa si su hijo está incomodando y la respuesta sea que sí, es casi nula, más si el joven tiene una discapacidad (...) le dijimos respetuosamente que nosotros ya habíamos recibido la queja y que solo deseábamos por parte de ellos el control de la situación”.

La versión del establecimiento manifiesta que ante el presunto estado de alteración de la madre y la negación de tomar el control “nos vimos obligados a pedirles que se retiraran del mismo, ya que la familia no tenía una actitud receptiva ante la situación, sino que por el contrario se tornaron agresivos con el personal”. La información añade que, al parecer, el padre de Julián Osvaldo insultó al administrador.

“Después de una hora de haber salido esta familia del establecimiento, regresaron en estado de alicoramiento y el padre le propina un golpe en la cara al administrador y luego lo amenaza, el señor se encontraba acompañado por otra persona que también lo amenaza, demostrando así la teoría que el alcohol y los problemas no van bien”, detalla el comunicado.

La discoteca-bar, en su pronunciamiento, recalca que no tienen problema con que a su lugar asistan personas que podrían ser consideradas como minorías, y que no distinguen a nadie por su credo, raza, orientación sexual o demás factores que podrían ‘diferenciarlos’ del resto.

Entre tanto, el administrador (cuyo nombre no fue revelado), citado en el comunicado, señala que “quiero pedir disculpas públicas ante lo sucedido, entendiendo que la situación pudo generar malestar a una familia que esperaba tener una noche de sano esparcimiento y diversión. En ningún momento mi intención fue desencadenar una situación en que se genere la mala interpretación de la vulneración de los derechos de una persona en condición con discapacidad o de cualquier persona”.