El legendario Víctor Ephanor pide a Unión Magdalena certificados laborales para pensionarse

Pocos jugadores han cimentado una leyenda tan grande en el Junior como lo hizo el brasileño Víctor Ephanor, quien hoy vive en Río de Janeiro y recuerda con cariño aquellas tardes en el que el Romelio Martínez (y el Eduardo Santos) se atiborraban de gente solo para ver su prodigiosa técnica.

“Ese ‘man’ estaba contra tres jugadores y a los tres se los pasaba. Una vez en el Romelio, vi a Luis Eduardo ‘Camello’ Soto, de Millonarios, tirarle un planchazo y en una baldosa se lo sacó y pasó de largo y el 'Camello' era defensa de la Selección Colombia”, recordó un viejo aficionado apenas escuchó el nombre de Víctor Ephanor.

El delantero marcó una época en el fútbol colombiano, en especial en Barranquilla donde lo único que le faltó fue ser campeón.

Es por eso que Ephanor tiene claro ese pasado en Colombia, donde alcanzó a jugar en tres equipos, donde brilló por sus condiciones y es recordado con cariño por los aficionados.

“Yo fui a Colombia a jugar en Junior en 1972. Después me fui a Brasil, a Flamengo en 1973. Luego regresé (a Junior) en 1974 y 1975. En 1976 jugué en el Medellín. Después de mucho tiempo regresé casi al final de mi carrera, en 1984, al Unión Magdalena, por poco tiempo”,relató el brasileño en conversación con la emisora Antena 2.

Un carioca amante del gol

Ephanor es recordado por su enorme repertorio de jugadas que lo llevaron a marcar tantos de todas las características: de chilena, tunel, tiro libre, penal, cabeza, taco, volea, etc.

“Siempre fui un delantero que me gustó hacer gol, tanto que aquí en Brasil, antes de irme para Junior, también fui goleador no solamente en el estado en el que jugué, sino en todo el Brasil”, recordó.

Víctor señaló que ‘La Arenosa’ es una tierra bendita para los cariocas porque es muy similar a Río de Janeiro, tanto en el clima, pero principalmente por la forma de ser de su gente.

Tal vez por eso, sumado a sus espectaculares capacidades, es que es el único brasileño en coronarse goleador del torneo colombiano, fue en el año de 1974 con 33 anotaciones.

“Con todo el respeto, pero eso fue hace mucho años. Ya no me acuerdo, pero si eso fue así, tengo que agradecer, porque tolo lo que hice no fue solo para mi sino para toda esa hinchada de Junior. Cuando entraba, era para mostrar el fútbol que yo tenía a toda la afición y me encantaba salir para ellos. Entonces, si yo gané ese botín, tengan la certeza que es para toda esa afición”, se sinceró.

El brasileño pasó en una época de donde el exterior venían grandes figuras. Incluso, alcanzó a compartir en el Deportivo Independiente Medellín con el hoy entrenador de la selección Nacional, José Néstor Pékerman.

“En la época en la que yo fui a jugar a Medellín, José Pékerman era uno de los volantes. Era un buen jugador y una buena persona. Después la vida nos cambió, y cada quien se fue por su lado”, expresó.

A la espera de la pensión

Hoy Víctor, que trabaja como entrenador, siente el paso de los años y trata de buscar estabilidad para su vejez, por eso intenta acelerar los trámites de su pensión, pues los dineros que se pagaban a los jugadores en la época que jugó no eran grandes sueldos.

“El fútbol era otra época, si se hubiera jugado como hoy, la cosa sería diferente. Yo trabajo como entrenador de fútbol acá en Brasil, yo estaba trabajando ahora en la segunda. Pero ahora necesito los certificados de trabajo porque necesito pensionarme”, explicó.

Ephanor ya logró contactar a los directivos del Barcelona de Ecuador y otros clubes de ese país, donde actuó en diferentes equipos. Espera que Junior, Medellín y Unión también puedan facilitar las cosas. 

“También los certificados de Ecuador, porque yo jugué allá. La semana entrante van a mandarme por correo electrónico esos papeles. Entonces yo agradecería que si pudieran hacer ese gran favor de enviar esos papeles, porque los necesito. El Gobierno de Brasil los pide y los necesita”, cerró.

El jugador espera una respuesta por parte de los clubes colombiano y está a la espera también de alguna respuesta por parte de la Dimayor, para que le entreguen esos papeles que tanto le urgen.