Mujer se golpeó a sí misma para denunciar a su marido por violencia doméstica

Faisal de Sydney, Australia, conoció a Asmae, su mujer, a través del sitio web de citas musulmanas Muslima.com y se casaron, pero ocho meses después empezó a sospechar que ella realmente no estaba con él por amor.

El hombre trabajó el doble después de casarse y afirmó que gastó todo lo que ganó en Asmae. "Es una persona codiciosa. Es materialista. Lo único que le importa es ella misma", dijo Faisal a A Current Affair, además mencionó que pagó trajes de Gucci, chaquetas de cuero, joyas, zapatos de diseñador, viajes, buena comida e incluso el dinero que esta le enviaba a su familia.

"Todo este viaje, ida y vuelta, todas las funciones, recepciones, compromisos, artículos de joyería, probablemente alrededor de $200,000", señaló el hombre.

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El australiano cansado de la situación acudió a un abogado para informarle sobre el tema y decidieron enviar un correo a un profesional de migración, ya que Asmae es de Marruecos. La pareja discutía constantemente hasta que una noche de abril cuando Faisal entró a la casa, después de su turno de noche en el trabajo, y parecía haber sido saqueada, con muebles volcados, pertenencias esparcidas por todo el piso, las paredes abolladas, vidrios rotos y vino derramado en el dormitorio.

"Entré y ella me dijo 'crees que eres más listo que yo y sé que estás hablando con abogados. Ahora verás lo que hago'", contó. "Y ella simplemente corrió".

Resultó que el email de migración fue descubierto por Asmae, quien temiendo que Faisal le pidiera el divorcio elaboró entonces un plan para intentar sacarle todo el dinero posible a su todavía marido antes de que la expulsaran del país.

Así que la mujer se metió en el ascensor y empezó a golpearse ella misma en la cara y con las marcas de la agresión que ella misma se había provocado, acudió a la policía y acusó a su marido, que horas más tarde fue retenido y acusado de malos tratos.

Afortunadamente para Faisal, el "ingenioso" plan la mujer no salió bien. Sin embargo, este tuvo que gastar 20.000 dólares en abogados para rastrear todas las cámaras de seguridad y poder demostrar que ella misma había sido la autora de los golpes y, por tanto, demostrar su inocencia.

Tras lo ocurrido Asmae huyó de Sídney y vive en algún lugar de Australia. Por su parte, Faisal está intentando localizarla y pedirle al Gobierno australiano que la expulse del país.