Severo Sinvergüenza, la wafflería 'erótica' que está en la lupa de las autoridades de Cali

La ciudad de Cali ha sido muy sonada en los últimos días por el famoso local comercial llamado Severo Sinvergüenza, dedicado a la venta de waffles en forma de pene y vagina, ubicado en el concurrido parque del Perro.

Tanto en la cuenta de Instagram del negocio y en las redes sociales de los visitantes, se ha conocido la particular atención y “servicio al cliente”. Pues se podría decir que gran parte de la atención se la lleva el modelo venezolano, Ray Cabrera.

Sus rasgos físicos y sus movimientos han cautivado a más de un comensal. Severo Sinvergüenza ofrece una experiencia de sensualidad y no deja el más mínimo detalle al azar.

Pero hace poco se viralizó un hecho que ha sido criticado fuertemente por internautas, y fue cuando dos mujeres sin ningún tapujo se bajaron la blusa y dejaron sus senos expuestos para que Cabrera les echara leche condensada y a una de ellas le quitaron el dulce con la lengua.

Dicho video causó revuelo a nivel nacional, por tal motivo Jimmy Dranguet, secretario de Seguridad y Justicia de Cali, repudió estos comportamientos y dijo que no aprobaran que este tipo de comercios crucen líneas sexuales e hizo presencia en el lugar la noche de este lunes 6 de marzo.

“Hay unos límites, el límite es el respeto por los derechos de los demás. Hemos analizado con detenimiento esos videos y son bochornosos. Esta no es la Cali que queremos representar ni publicitar ante Colombia y el mundo”.

También cabe resalta que dicho negocio se encuentra ubicado en un parque que es muy concurrido por muchas familias, además que tienen una vitrina de cristal lo que hace más expuesto lo que ocurre dentro y por las largas filas que se hacen en la entrada esto podría llamar la atención de un menor de edad.

Por tal motivo la Secretaría de Seguridad cerró el establecimiento y les dejó una serie de recomendaciones para que puedan seguir con su funcionamiento como la polarización de la vitrina, prohibir el ingreso a menor de 18 años, tampoco se podrán repetir actuaciones de dominación o de masoquismo como golpes y cachetadas entre los empleados y los clientes.

 

 

 

 

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