La décima estrella es del Junior: venció por tiros desde el punto penal al Medellín

Por Manuel Ortega Ponce

Como en el 2004, en el mismo estadio, el Atanasio Girardot, cuando el partido expiraba, Junior marcó un gol que le dio vida cuando ya los hinchas rivales festejaban porque se sentían campeones.

Aquella vez, la víctima fue Atlético Nacional y ahora le tocó el turno al otro equipo de la plaza: Independiente Medellín.

Aquella vez, el héroe fue un argentino: Walter Ribonetto, el que convirtió e hizo resurgir al Junior de sus cenizas. En esta fue Vladimir Hernández, en el minuto 45 del segundo tiempo, el que perforó el pórtico de Andrés Mosquera Marmolejo para lograr el descuento y forzar la definición por tiros desde el punto penal.

Aquella vez, el que tapó uno de los cobros fue Luis Fernández, esta vez el que cerró su pórtico fue el uruguayo Santiago Mele.

Aquella vez, el que metió el cobro definitivo fue Martín Arzuaga, esta noche fue Léider Berrío, quien hace un año, por la misma vía, le dio la estrella al Deportivo Pereira.

El juego en su tiempo reglamentario, terminó 2-1 a favor del ‘Poderoso de la Montaña’, que marcó por intermedio del defensa uruguayo en el minuto 14 del primer tiempo y Edwuin Cetré, en el 11 de la segunda parte.

Descontó Vladimir Hernández, en la agonía del partido (45 st), con un golazo que silenció las gargantas que colmaron el Atanasio Girardot.

Junior, que había ganado 3-2 en el partido de ida en Barranquilla, acertó desde los doce pasos a través de Carlos Bacca, Edwin Herrera, Steven Rodríguez, Gabriel Fuentes y el definitivo Léider Berrío.

Por el Medellín marcaron Andrés Ricaurte, Luciano Pons y Leyser Chaverra, mientras que Santiago Mele atajó el disparo del capitán Daniel Torres.

Al final fue conmovedor ver al capitán Bacca llorar de emoción al recordar a su señora madre, fallecida hace dos años. Dijo que era la primera vez que derramaba lágrimas por ella, que quería que regresarlo al Junior para verlo campeón y goleador. Y el porteño lo cumplió, aunque lamentó que doña Eloísa Ahunada no haya podido verlo en la tierra.

Cuando Junior comenzaba a acercarse al pórtico del Medellín fue el ‘Poderoso de la Montaña’ el que abrió en el marcador. Y fue por la vía área, en el minuto 14, tras el cobro de un tiro de esquina de Edwuin Cetré, donde el equipo de casa ratificó una de sus fortalezas y de las cuales debía cuidarse el equipo dirigido por Arturo Reyes.

El defensa argentino Joaquín Varela se zafó de la marca de Jermein Peña y impactó un balón que venía a media altura y batió la resistencia de Santiago Mele.

El gol de Varela igualaba 3-3 la serie y desató la algarabía en el estadio Atanasio Girardot.

Junior no se amilanó y fue al frente a buscar el empate. El goleador Carlos Bacca con un tiro que pegó en un defensor rival y, en el minuto 28, tuvo una muy clara con un derechazo que se estrelló en el horizontal. El rebote lo tomó José Enamorado, quien pateó desviado.

Dos minutos después, Déiber Caicedo desbordó por la izquierda y cruzó una pelota al sector contrario por donde apareció Enamorado, quien remató, pero la oportuna intervención del portero Andrés Mosquera Marmolejo evitó el empate del Junior.

En el minuto 36, Emmanuel Olivera no alcanzó a controlar una pelota que le dio Walmer Pacheco y la perdió con Daniel Torres, quien avanzó hacia al arco y con un potente derechazo fusiló a Mele para el 2-0

El árbitro Nicolás Gallo acudió al VAR para revisar la acción y después de ello invalidó la anotación por mano previa de Torres.    

En el minuto 11 de la segunda parte, Edwuin Cetré puso el 2-0 a favor del Medellín, con un zurdazo que pegó en Jermein Peña y descontroló a Mele.

El ´Poderoso´ marcó un tercero con Yairo Moreno, pero fue invalidado por fuera de lugar del jugador local.

Llegaron los minutos finales, la afición del Medellín celebraba, pero Junior no se rendía. Hasta que Caicedo le dio un pase a Vladimir Hernández, quien la mató en el área y sacó un remate cruzado que dejó sin chance a Mosquera Marmolejo.

Nadie del Medellín lo creía. El técnico Alfredo Arias se agarraba la cabeza y recriminaba a sus jugadores. Junior estaba vivo y con ese impulso anímico fue a la definición desde el punto penal con la convicción de que la ganaría.

Y así fue. Junior ganó 5-3, Mele tapó uno de los cobros, Berrío metió el último cobro y la décima estrella fue rojiblanca.