A través de la Dirección de Antinarcóticos, la Policía descubrió 1 tonelada de clorhidrato de cocaína, que se encontraba camuflada en una caleta rústica custodiada por dos sujetos con armas semiautomáticas en isla de Barú, reserva ecológica y turística, desde donde los narcotraficantes pretendían