Análisis sobre lo bueno, lo malo y lo feo del nuevo lanzamiento de Apple

En un evento pensado para marcar los diez años de la llegada al mercado de su teléfono inteligente, Apple reveló (en realidad, confirmó, por qué la mayoría se filtró con anterioridad) los detalles de tres nuevos iPhone, un reloj inteligente capaz de recibir llamadas sin necesidad de un celular y una versión 4K de su Apple TV.

El centro del lanzamiento fue el anticipado iPhone X (que se lee como 'iPhone diez'). Aunque descrito por Tim Cook, CEO de la compañía, como "un producto que marcará un camino para la tecnología en la próxima década", fue recibido por los fanáticos de la marca con una mezcla de emociones, en particular, en lo que se refiere a su precio.

La redacción de Tecnología de EL TIEMPO realizó una selección de lo bueno, lo malo y lo feo del evento de Apple:

Lo bueno

El iPhone X (la compañía se saltó el número nueve para aludir al décimo aniversario de su 'smartphone') logró cumplir con las expectativas de los usuarios que esperaban algo distinto: su procesador promete ser el más potente del mercado y su pantalla se ha extendido hasta los bordes, eliminando en el proceso el botón de inicio. 

Apple usó esta coyuntura para dar un giro total en seguridad biométrica y dotó a su nuevo buque insignia de un sistema de reconocimiento facial que, asegura, ofrece una posibilidad de error de una en un millón. 

Las mejoras en la cámara dual y en la resolución, definición y brillo de la pantalla continúan una tendencia que ha sido constante en las recientes generaciones del iPhone.

La apuesta por la realidad virtual seguramente será una oportunidad para los desarrolladores de crear nuevas formas de interacción con los usuarios. El iPhone más avanzado llega optimizado para esta clase de experiencias. 

El Apple Watch llega a su tercera iteración con capacidades LTE. Esto significa que el reloj inteligente de Apple ya no necesita un celular, pues podrá recibir y realizar llamadas y acceder a internet sin necesidad de tener cerca un iPhone. 

El momento dulce del evento, que fue muy comentado en redes sociales, fue la presentación de los animojis. Ciertamente, poder utilizar el reconocimiento facial para que los emojis imiten las expresiones del usuario será una fuente de entretenimiento.

Lo malo

Apple sigue unos años atrás de la mayoría de características funcionales de otros teléfonos inteligentes del mercado. El anuncio del Air Power, el cargador inalámbrico para iPhone y Apple Watch, llega dos años después del que lanzó Samsung con el Note 5. Otros detalles como la eliminación del botón de inicio, la pantalla infinita y la adopción de la tecnología OLED eran reclamados por los usuarios.
Los tres teléfonos lanzados este martes son muy bellos, pero al ser básicamente vidrio en todas sus superficies podrían resultar –al menos, ese es el temor– demasiado frágiles.

Es una mala señal que un volumen considerable de las opiniones en vivo, recogidas bajo la etiqueta #AppleEvent, criticaran directamente el precio con mofas al mejor estilo de las redes sociales, con memes y gifs. Algunos usuarios estaban emocionados por el lanzamiento del iPhone 8, pues ello significaba una reducción considerable del precio de anteriores modelos, como el iPhone 6S.

Pero el comentario no es injustificado. El iPhone 8 saldrá al mercado a un costo de 699 dólares en su versión más sencilla. El iPhone 8 Plus comienza en 799 dólares y el iPhone X, el tope de la gama, tiene un precio de partida de 999 dólares. Eso quiere decir que no es impensable que a Colombia llegue por encima de los cuatro millones de pesos.

Lo feo

No la 'hackearon', pero lastimosamente Apple fue 'chiveada'. Parece increíble que todos los rumores sobre el lanzamiento previeron perfectamente los resultados. Se sabía mucho antes de que fuera oficial. 

No se puede pasar por alto esta pregunta: ¿por qué lanzar dos teléfonos nuevos (los de la línea 8) para luego mostrar uno que los sobrepasa por mucho? Aunque Tim Cook, CEO de Apple afirmó que el iPhone 8 y el iPhone 8 Plus representan “un gran paso hacia adelante”, a la hora de la verdad no sorprendieron al auditorio. De hecho, resultaron poco innovadores, casi innecesarios. 

Que la prueba de desbloqueo facial tomara tres intentos: un poco vergonzoso, comprensible y hasta gracioso, pero poco acorde con toda la imagen y la elegancia que siempre quiere proyectar la marca.