El “DOPING” de las exportaciones

No es menor la preocupación que causa el alza del dólar.  Lo cierto es que el IPP (Índice de Precios al Productor) sentirá de forma contundente el peso del dólar, a razón de la vocación importadora que profesa Colombia desde la apertura del expresidente Gaviria.

Lo anterior debe ser de gran estudio por parte del Banco de la República y el Ministerio de Hacienda.  Ahora bien, veamos esto como una oportunidad; en los últimos 6 meses llevamos un acumulado de devaluación del peso colombiano de alrededor del 20%, es decir somos 20% más competitivos en precio, más no en costos.

El productor tiene un cuarto de hora, más o menos parecido a diciembre de 2015, donde por un fenómeno parecido; por causas del precio del petróleo, subió ostensiblemente el dólar.

Dos escenarios para aprovechar:

Primero: el precio paridad importación que deben enfrentar los comercializadores en Colombia, más el costo país de Colombia Ej: logística, juegan a favor del productor colombiano, dado que éstos incrementan los costos de los importadores.  Dejando en un escenario competitivo al productor local, es decir, es el momento de aumentar la participación del mercado nacional. Las cosechas en este momento no tendrán dificultades en comercializarse, por el contrario, en ocasiones no habrá suficiente producto.

Segundo: este escenario parte de la misma lógica del anterior, con una variable importante.  Los departamentos: Valle del Cauca, Risaralda, Caldas, Quindío y los de la Costa Atlántica: Magdalena, Guajira, Cesar y hasta los Santanderes, deben priorizar su aparato productor de la mano de las Cámaras de Comercio y las secretarias de desarrollo, para acelerar y potencializar proyectos en marcha, para perfilarlos a una vocación exportadora aprovechando la proximidad a los puertos y la modernización de  la infraestructura de estos, sin desconocer que el mercado nacional puede ser un nicho que apalanca la curva de aprendizaje y de crecimiento que debe tener cualquier empresa. Igualmente destacamos el único aeropuerto de exportación de carga con gran capacidad, que es El Dorado en Bogotá - Colombia; uno de los pocos aeropuertos con capacidad exportadora de la región, con el de Guarulhos en Sao Paulo - Brasil.  Colombia cuenta con el principal puerto de entrada y salida de mercancía aérea del cono norte de Suramérica; esta capacidad solo es aprovechada en gran parte por las flores y tilapias de forma insipiente, situación que debe poner a pensar a ProColombia, porque no puede ser que lo único que produzca o tenga potencial de producir los alrededores de Bogotá sean dos productos. Hago solo referencia al sector agropecuario.

El DOPING de las exportaciones debe aprovecharse.  Si quieren un término más coloquial, debemos montarnos en la ola de las exportaciones y la producción nacional.  Tenemos el mejor de los mundos; un “para” arancel llamado dólar, una devaluación galopante, un acceso a tecnología creciente, un talento con ganas de trabajar y de reinventarse el sector empresarial con menos de 40 años. Señores, estamos listo, solo falta tomar la decisión.

Comentario al margen:  una reflexión para el ecosistema de la Economía Naranja.

Un obstáculo importante para un emprendedor, son las políticas de los Bancos en Colombia, necesitamos un mayor compromiso con el emprendimiento.  Les voy a poner un ejemplo que le resta capacidad de acción y acceso a mercados.  ¿Sabían ustedes que a una empresa con menos de 2 años no le dan acceso a una tarjeta de crédito? Es decir, la empresa naciente no puede pagar un dominio para la página de internet, no puede pedir por Amazon.com y menos por Alibaba.com, y ni que decir del costo financiero que les cobran a las empresas por una cantidad de servicios que les obligan a tomar.  Esto, aunque parezca insignificante, hace parte de una cascada de obstáculos para un emprendedor.

Si queremos un ecosistema que apoye el consumo interno, -que lo más probable es que caiga en el próximo informe del DANE o de la ANDI-, la producción nacional y una exportación que genere divisas que impacten la cuenta corriente del país.  Necesitamos reinventarnos la forma de prestar dinero y de abaratar el costo financiero. 

En tiempos difíciles, los que piensan distinto y ejecutan, serán los que se queden con los dividendos de la crisis.