Un movimiento telúrico de 7,5 grados de magnitud, produjo una alerta de maremoto en el archipiélago de Nueva Caledonia y en toda la región de las islas del Pacífico.

“Según parámetros sísmicos preliminares (…) peligrosas olas de tsunami son posibles en las costas situadas en los 1.000 kilómetros desde el epicentro del terremoto”, indicó el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico (PTWC) por sus siglas en inglés.

Así mismo, el PTWC declaró que se habían “constatado” olas de tsunami en la región pero no precisó dónde; entre tanto, los habitantes de Nueva Caledonia recibieron mensajes de texto en los que se les instaba a refugiarse inmediatamente.

Posteriormente, un segundo sismo de magnitud 7 se produjo  menos de dos horas después en la misma zona, situada al norte de Nueva Zelanda y al oriente de Australia.

Habitantes del archipiélago y de la vecina Vanuatu declararon que no sintieron el terremoto. En ese sentido, en Vanuatu, no se activaron las sirenas de alerta de tsunami.

De acuerdo con el Instituto de Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGC, por sus siglas en inglés), la profundidad del sismo fue de 10 kilómetros y su magnitud, 7,5. El epicentro se registró a unos 300 km al este de Numea.

El movimiento estuvo seguido de varias réplicas. El PTWC advirtió que las podrían producirse olas de más de tres metros en Nueva Caledonia y en Vanuatu, y de un metro en algunos lugares de Fiyi.