Mujer en Bolivia que usaba a su hija para prostituirla se quita la vida

Una madre boliviana, que, con el apoyo de su pareja, prostituía a su hija de ocho años para luego filmar vídeos pornográficos, se ahorcó hoy en una celda policial de Santa Cruz, al este de Bolivia, de acuerdo con las autoridades.

El director de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV), Francisco Vidaurre, declaró a los medios que "está confirmado" que la niña "ha tenido relaciones sexuales con la fallecida y con el que se encuentra detenido (el padrastro)".

El caso salió a la luz debido al escándalo que ello provocó entre los internos de la cárcel cruceña de Palmasola, la más poblada y conflictiva de Bolivia, donde se encontraba recluido el padrastro de la menor.

Las autoridades relataron que los reclusos estaban a punto de aplicar la justicia por mano propia contra Richard Javier R.E., pareja de Maribel R.C., la madre de la víctima y de otros dos niños, lo que esto activó la acción de la Policía.

Vidaurre narró que la detención de la madre ocurrió cuando buscaba ingresar con sus tres hijos al recinto penitenciario el pasado sábado y luego de haber comprobado que el padrastro poseía decenas de vídeos de los abusos a la menor con el consentimiento de la madre.

El hombre cumplía una condena de once años de cárcel por violación debido a un caso anterior y llevaba al menos dos años de relación sentimental con la madre de la víctima.

Una vez detenida, la mujer, de 26 años, fue trasladada el domingo a una prisión de la Fuerza Especial en la que debía esperar la audiencia cautelar prevista para este lunes.

El jefe policial indicó que la mujer tomó la decisión de "quitarse la vida en las celdas" colgándose, para lo que utilizó una prenda íntima que amarró a uno de los barrotes de la ventana.

El domingo, la mujer recibió la visita de algunos familiares que cuestionaron su accionar y le retitaron todo tipo de apoyo, ante lo que ella respondió que iba a quitarse la vida una vez la destinaran a la cárcel, contó Vidaurre.

La Policía sigue investigando para determinar si los abusos se produjeron solo al interior de la cárcel o si también ocurrieron en la casa de la presunta abusadora, ubicada en un barrio periférico de Santa Cruz, uno de los más pobres de ese país.