Shaaron, la niña samaria de nueve años que deslumbra con su talento para el baile

En Santa Marta, una pequeña de tan solo nueve años se ha convertido en un ejemplo de perseverancia y talento. Shaaron Michel Pardo Cantillo, quien se prepara para iniciar su quinto grado de primaria, tiene un sueño claro: convertirse en instructora profesional de zumba. Con una energía inagotable y un carisma que cautiva a quienes la conocen, Shaaron está decidida a alcanzar sus metas. Desde el humilde y acogedor barrio El Paraíso, la niña ha demostrado que con esfuerzo y el apoyo de quienes la rodean, todo se puede lograr.

El inicio del camino: una pasión por el baile

Desde los dos años, sus padres, Luis y Karen, notaron su inclinación por el baile. “Aquí en el barrio había una comparsa, y aunque ella no formaba parte, miraba a los otros niños y chicos ensayar. Se aprendía los movimientos sin que nadie se los enseñara y terminó encabezando el grupo. El baile lo lleva en la sangre”, comenta su madre.

Fue entonces cuando decidieron inscribirla en una academia, donde inmediatamente destacó por su “potencia”, como la misma Shaaron lo describe. “El primer día que me llevaron, tuve una presentación. Desde entonces me siguieron llevando porque les gustó cómo bailaba”, cuenta con entusiasmo.

Shaaron ha incursionado en varios estilos de baile. La salsa, el reguetón, la bachata y los ritmos carnavaleros son parte de su repertorio. Sin embargo, confiesa que los ritmos de carnaval son su especialidad y le han permitido participar en comparsas y eventos destacados. Pero hay un ritmo que aún se le dificulta, como lo es la champeta, pero lo practica día a día porque quiere perfeccionar sus pasos.

El apoyo de su familia: un pilar fundamental

El camino no ha sido fácil para su familia, que ha tenido que sortear dificultades para apoyarla. “No tenemos una situación económica sólida. Yo estoy estudiando y no cuento con un trabajo fijo, pero siempre hemos hecho lo posible para darle lo que necesita. Gracias a Dios, los esfuerzos han dado frutos; ella sigue creciendo gracias a su talento”, expresó Luis Pardo, su padre.

El respaldo de su entorno cercano ha sido crucial. Vecinos, familiares y amigos del barrio El Paraíso han sido testigos del crecimiento artístico de Shaaron y han contribuido con rifas y pequeños aportes económicos para costear sus necesidades. “Mis hermanas, mis padres y hasta los abuelos siempre están dispuestos a apoyar. Aunque no tenemos mucho, nunca le ha faltado nada”, añade Karen.

Este esfuerzo colectivo ha permitido que Shaaron participe en eventos y actividades que destacan su talento, convirtiéndose en una fuente de orgullo para todos los que la rodean.

Un encuentro que cambia el rumbo: Fabián Villa como guía

El talento de Shaaron captó la atención del actor samario y reconocido instructor de zumba con más de ocho años de experiencia, Fabián Villa. Según él, el primer encuentro con la niña fue un momento inolvidable. “Llegó a una de mis clases hace unos cuatro meses. Desde el primer momento supe que tenía algo especial: una energía increíble, carisma, y esa picardía propia de los niños. Fue imposible no fijarme en ella”, recuerda.

Fabián decidió invitarla a un evento llamado Cielo Abierto en Santa Marta, donde su participación dejó a todos los asistentes impresionados. “Fue una experiencia espectacular. Desbordó talento y conexión con el público. Ese día entendí que esta niña tiene un futuro brillante por delante”, señala el instructor.

Desde entonces, Shaaron ha sido incorporada como “talento zumba”, un reconocimiento que busca proyectarla en escenarios más grandes. “Es fascinante cómo la gente reacciona a sus presentaciones. En mis publicaciones siempre preguntan: ‘¿Quién es esa niña?’. Sé que esto es solo el comienzo, pero ella tiene todo para llegar muy lejos”, agrega Fabián.

La niña agradece de forma especial al instructor por haberla guiado en su proceso de formación. “Le doy las gracias al profe Fabián porque siempre me ha ayudado y quiere lo mejor para mí. Siempre me voy a acordar de él porque ha sido muy importante”, asegura.

Sueños grandes desde el corazón de una niña

A pesar de su corta edad, Shaaron tiene una visión muy madura sobre su futuro. Su deseo de ser instructora de zumba no solo responde a su pasión por el baile, sino también a su deseo de ayudar a su familia y comunidad. “Quiero sacar adelante a mi mamá, a mi papá y a mi familia. Aunque no tenemos mucho, ellos siempre me apoyan con lo que pueden”, relata emocionada.

La pequeña tiene sueños que van más allá del baile. Uno de ellos es mostrarle el mundo a su padre, quien, según comenta, aún no ha tenido la oportunidad de viajar ampliamente. “Quiero que mi papá conozca todos los países. Cuando yo tenga que viajar, él me va a ayudar”, dice con la esperanza de poder compartir sus éxitos con su familia.

La situación económica de su hogar no ha sido obstáculo para su determinación. Shaaron reconoce el esfuerzo de sus padres por apoyarla, como cuando le regalaron una tablet al finalizar el año escolar o una bicicleta para su cumpleaños. “Cuando tenga dinero, quiero devolvérselo todo a ellos para arreglar nuestra casa y construir una de dos pisos”, afirma con gratitud.

Orgullo familiar: el motor de Shaaron

Para sus padres, cada logro de Shaaron es motivo de orgullo. Karen recuerda con emoción el día que su hija bailó en un evento masivo organizado por Inred frente a más de 4 mil personas: “La vi en una tarima con tanta gente y no podía contener las lágrimas. Yo gritaba: ‘¡Esa es mi hija!’. Esos momentos son inolvidables”.

Luis, por su parte, destaca el impacto emocional que ha tenido el reconocimiento de su hija: “Es impresionante cómo las personas la apoyan y valoran su talento. Verla crecer como ser humano y como bailarina llena nuestro corazón de alegría”.

En el escenario, Shaaron brilla con luz propia. Aunque confiesa sentir nervios en eventos masivos, también expresa la alegría de recibir el apoyo del público. “Cuando bailé en tarima, me sentí nerviosa pero feliz porque mucha gente me apoyaba y le daban like a mis videos”, recuerda sobre una de sus presentaciones más memorables.

A pesar de su corta edad, Shaaron ha logrado un equilibrio entre su pasión por el baile y sus responsabilidades escolares. Nunca ha reprobado un año y se destaca por su dedicación. Su talento y disciplina auguran un futuro prometedor.

Proyecciones y retos futuros

El profesor Fabián tiene grandes planes para Shaaron. Próximamente participará en el Zumba Fest en Bogotá, un evento que reunirá a grandes talentos de todo el país y que promete ser una plataforma importante para su proyección nacional e internacional. “Queremos que sea un referente para la niñez de Santa Marta, que inspire a otros niños a soñar en grande y a creer en sus capacidades. Su carisma y su esencia son únicos, y estoy seguro de que logrará cosas extraordinarias”, destaca Villa.

Además, visualiza a Shaaron como una influencer infantil que motive a más jóvenes en la región. “Muchas veces hay talento, pero faltan oportunidades. Con el apoyo adecuado, ella puede ser un ejemplo para la niñez, no solo en Santa Marta, sino a nivel mundial”, subraya.

Un camino apenas comienza

La historia de Shaaron es un recordatorio de que el talento, combinado con esfuerzo, sacrificio y apoyo familiar, puede abrir puertas a un mundo de posibilidades. Con su carisma, energía y dedicación, esta niña samaria ha demostrado que los sueños no tienen límites.

Shaaron no solo es un talento emergente en el baile, sino también una inspiración para su comunidad. Desde Santa Marta, sigue trabajando para cumplir sus metas y demostrar que, cuando los sueños son impulsados por la pasión y el amor, no hay barreras que puedan detenerlos.