Julián Campos, de jugador del Unión Magdalena a estrella de la TV en Ecuador

Hablar de Julián Campos es referirse a un joven soñador y talentoso, que no le tiene miedo a las segundas oportunidades que le brinda la vida. Este samario, que muchos recordarán por su paso por el Unión Magdalena y otros equipos del fútbol colombiano, hoy es una de las grandes estrellas de la televisión ecuatoriana.

A sus 28 años edad, este samario 100%, como él mismo se describe, es uno de los animadores más admirados y conocidos en Ecuador.

Seguimiento.co lo contactó para conocer su historia y cómo desde el fútbol saltó a la pantalla chica en el país vecino.

¿En qué momento llegaste a Ecuador? ¿Qué te impulsó a ir hasta allá? 

Cuando estaba jugando fútbol, en ocasiones me llamaban las mismas marcas para que fuera imagen de ellos. Fue allí donde empecé a ver ahí una fuente de ingreso adicional que poco a poco se fue convirtiendo en un sueldo para mí.

Entonces, yo decía que era una manera más chévere y no con tanto compromiso como lo tiene un futbolista y también ganaba dinero, entonces empecé a alternar las dos cosas;  y bueno las cosas en el fútbol no se dieron un poco y empecé a trabajar como modelo en Bogotá y entre el modelaje, una cosa y otra, comencé a salir en comerciales.

Conocí personas del medio que me empezaron a relacionar y me decían: prepárate como actor, a ver que tal te va, porque tienes madera para esto, y así fue cuando conocí a Victoria Hernández, mi gran maestra de toda la vida. La tuve dos años, haciendo con ella casi que unos cursos privados y ella fue la que me inculcó todo este amor al arte, el cual quizás yo tenía escondido. Empecé a grabar cosas pequeñas en novelas en Colombia y me salió una propuesta en Ecuador para un reality de tres meses y me fui, pensé que sería algo rápido, pero no, te cuento que llevo cuatro años y aquí me han tratado tan bien, que ya me siento un ecuatoriano más, con todo el cariño que la gente siente por mí.

¿Cómo fue el paso del fútbol a la televisión?

Yo disfruté mucho del fútbol, jugué con el Unión Magdalena en la Categoría B, al lado de grandes jugadores como ‘Alpinito’ Carrillo, entre otros. Disfruté mi momento en Brasil, Panamá, América de Cali, Millonarios, Medellín, pero, considero que yo amé el fútbol, pero el fútbol no me amó como yo lo amé. Me considero una persona talentosa y por eso llegué hasta donde pude, por eso no me siento frustrado porque yo llegué a la emoción de esa carrera, al punto, donde quizás lo que me costó fue mantenerme. También sentí que mi ciclo se estaba acabando por cosas externas, como relaciones públicas con los entrenadores, managers y todo esas cosas que hoy abarcan el fútbol, que dejó de ser un deporte para convertirse en un negocio y ya no me empezó  a gustar mucho y vi en los estudios míos y en la televisión esa salida viable para no vivir esa frustración que de pronto el fútbol me pudo haber dejado. Hoy estoy feliz, juego el fútbol como hobbies, pero esa etapa ya pasó en mi vida.

Estuviste participando en el Reality Calle 7 ¿Qué tal la experiencia?

Mira que cuando yo terminé este reality por el cual vine a Ecuador, me hicieron la propuesta de estar en un reality de noche que está en el horario triple A y en cual el pago era hasta mejor, pero yo dije, ¡ombe! yo soy deportista y me gusta la televisión, Calle 7 es una buena opción porque puedo combinar dos partes de mi vida que disfruto tanto. Entonces yo no lo dudé dos veces y me fui de unas a Calle 7, la verdad no sabía en qué me metía. Cuando yo entré, se estaba acabando una temporada del reality, era algo desconocido en el sentido de que no conocía la competencia, pero la experiencia fue espectacular, hoy en  día soy el último campeón de Calle 7 en Ecuador, y chévere porque es un samario que deja en alto el nombre de Santa Marta y de Colombia en otro país.

En este reality también participaron los samarios Jenny Machado y Martín Suárez ¿estuviste con ellos? Y si fue así ¿qué tal la experiencia de compartir con gente de tu tierra?

Claro que sí, Jenny Machado y Martín Suárez ‘El Tiburón’, son grandes amigos que conocí acá y los distinguía de Santa Marta obviamente, porque nos habíamos topado en la Universidad Sergio Arboleda, pero fue acá donde hicimos una gran amistad, los considero mucho, los quiero mucho, me dieron grandes consejos. En el momento que yo llegué aquí me explicaron cosas de acá, lo diferente que era la cultura, la gente y otras cosas. Aun conversamos por redes sociales, mi familia cada vez que los ven en Santa Marta los saludan, los queremos muchos, ellos son excelentes personas.

¿Te sientes feliz de presentador? O en el algún momento te gustaría volver al fútbol?

No, yo creo que para uno poder crecer y avanzar en la vida, tiene que dejar atrás las cosas que ya no fueron. El fútbol yo lo luché mucho, por más o menos cinco años, pero llegó un punto donde ya perdí ese deleite, ese gusto tan lindo por jugar, por divertirme y bueno tuve la grata fortuna de tener grandes momentos en la televisión y hoy estoy contento, para mí el 2018 en lo laboral ha sido el mejor año, no tanto en lo económico, sino en la experiencia y en lo que puedo seguir creciendo como profesional.

¿De niño jugabas a ser presentador o futbolista?

De niño siempre jugué a ser futbolista, ese era mi sueño, y si me gustaba en el colegio estar en las presentaciones, en los bailes, y creo que por ahí es donde viene el amor al arte, lo respeto mucho y por eso creo que para mí fue fácil pasar del fútbol a la televisión porque es algo que disfruto y me emociona mucho.

¿Fue difícil abandonar el fútbol y dedicarte a la presentación de televisión?

Sí fue muy difícil porque yo dejé de estudiar con mis compañeros, con la gente que crecí, la gente comentaba este pelado va a ser un gran jugador, veían en mi talento y como que llegar un momento y decir bueno las cosas no salieron como quise, eso fue duro, un poco traumático. Pero tú tienes dos opciones en la vida o quedarte lamentando o voltear la página y sigues creando la propia historia y eso fue lo que yo hice.

¿Te hace falta tú país, especialmente tu ciudad?

(Suspiros…) Siempre me hará falta Colombia, siempre me hará falta Santa Marta, yo hablo maravillas de mi ciudad, creo que el mejor referente es Carlos Vives y Radamel Falcao, cada quien en su área, para demostrar lo que es Santa Marta. En lo poco que yo puedo hacer en Ecuador siempre hablo maravillas de mi tierra, porque es la ‘Perla del Caribe’, tiene la magia de tenerlo todo. Lo que más extraño es a mis papás, a mis hermanos y lo que más me duele es no poder ver crecer a mis sobrinos Juan Diego y María Paulina.

¿Has pensado volver a radicarte en Colombia o prefieres quedarte en Ecuador?

Eso ha sido un dilema, porque yo estoy muy agradecido con Ecuador por todo lo que me ha dado y te soy honesto, no por ser presumido, pero he tenido propuestas en Colombia y las he puesto en una balanza, pero pienso seguir en Ecuador hasta que siga disfrutando de mi trabajo.

Supimos que te casaste y que estás perdidamente enamorado. ¿Cuéntanos acerca de tu esposa?  

Claro que sí, me casé el 20 de julio en Ecuador, fue un matrimonio televisado en vivo, no compartía mucho la idea de casarme en vivo pero lo hice más que todo porque el mismo canal no los pidió, porque realmente mi relación con mi esposa ha sido toda televisiva. Nosotros nos conocimos en Calle 7, ella se llama Kimberly Cedeño, más conocida como ‘Campanita’, porque es una chica muy dulce, tierna, a la cual los niños la aman, los jóvenes la aman, y fue precisamente eso lo que me enamoró de ella. La gente a veces no creen en estas relaciones de programas, concursos, reality, pero yo doy fe de que sí existe el amor, así sea con televisión, así haya mucha tentación en el mismo medio, sí existe, porque ella y yo lo hemos demostrado, llevábamos tres años de novio y ahora un mes de casados. A Campanita yo la amo con mi vida, por algo sé que Dios me la mandó y está pendiente casarnos en la playa de Santa Marta.

¿De dónde es Campanita?

Es ecuatoriana, mi mamá fue la primera persona que la conoció, cabe recalcar que mi mamá es mi mayor motivación, ella siempre está pendiente de mí, de cómo me visto (risas), mi papá igual, de verdad que tengo unos papás que me apoyan en todo. Y eso también lo es Campanita, desde que nos conocimos ella me ha ayudado en todo, me apoya, es mi compañía.

¿Ya ha venido a Santa Marta?

Sí, ha ido unas cuatro veces, también ha visitado Cartagena, Barranquilla, ha estado en Bogotá con mi hermano y mi cuñada. Ella es una colombiana más. Yo amo a Ecuador, pero extraño a Colombia y ella ama Colombia y la extraña porque sabe cuándo vamos, aprovechamos para pasear, descansar, nos relajamos, disfrutamos.