El Diego Armando Maradona que yo conocí

Cómo no escribir de Diego Armando…

“Ha muerto el Rey que viva el Rey”, hemos escuchado esta frase por los años de los años y sin duda hoy retumba en mi mente, porque si bien el siglo pasado la discusión era que Diego no era el rey, sino Edson Arantes Do Nascimientos,Pele, para Cesar (El Peluo), Julio Cesar (Cuchillo), Miguel (El Chavo) Saade Teran y yo, no había nada que hacer en esa discusión. Diego Armando Maradona, era el mejor jugador del mundo y fuente de nuestras alegrías a través del fútbol. Èl era el Rey. 

Su aparición, primero en Argentinos Juniors, luego en Boca, su paso a Europa, Barcelona en España y su gran consolidación en El Nápoles de Italia, al final nos daría la razón, quisieran o no, teníamos una barrera de hierro, para insistir que como ‘El Pelusa’, no había otro igual.    

Colombia daba chispazos y fuimos  muy felices con Willington Ortiz, Diego Edison Umaña, Pedro Zape, Jairo Arboleda, Alfonso Cañón, quienes nos llevaron a tocar la gloria en 1975 quedando como subcampeones de la Copa América, pero otra cosa era ir a un mundial, entonces en el pueblo dividimos corazones, Los Madero, los Lancero y el resto del mundo le iban a Brasil y los Saade y yo nos quedamos con Argentina, de tal forma que donde la familia Tocora Lanceros, la casa con el televisor mas grande pueblo y familia de puertas abiertas, nos tocaba lidiar con todos en contra y nuestra gran esperanza era sin duda la genialidad de Diego.

Si bien en el 78 fuimos muy felices gracias a la banda liderada por Mario Alberto Kempes, en el 82 teníamos todas las ilusiones de repetir, pero esa vez Italia nos atornillo a la silla y ni Brasil ni Argentina, Paolo Rossi, fue demasiado grande en ese verano español y hasta la bota de oro se llevó.

Cómo no recordar a Maradona.

Si... Gracias a su juego, verlo con su zurda mágica construir jugadas maravillosas, hacer goles imposibles fuimos muy, pero muy felices, es imposible no estar dolido, ayer la noticia, no solo dejó sin que decir a todos los periodistas argentinos, a Diego lo creían inmortal o que duraría mil años. Los entendí, yo sentía el mismo dolor y busqué refugiarme en el Chavo Saade, pero no contestó la llamda, la partida del genio marcaba una época, una era, fueron 30 años de su fútbol, pero creímos que fueron 300.

Como no hablar de Diego Armando

Insistiamos  que nuestro primer hijo se llamaría Diego  y aunque ni Miguel Saade y yo cumplimos, deje un legado, cuando mi compadre Chan Puello me preguntó, Ajá compadre, ya tenemos a Haider y Liliana ¿Cómo se llamará el tercer? Y le dije sin pensarlo, Diego Armando compadre póngale Diego Armando. Y así fue bautizado el hijo de mi prima Carmen, nadie chistó, a todos gustó y si bien Diego fue un excelente jugador de fútbol en la calle, prefiero los estudios, las matemáticas y una bella amanecida con ‘Los Monos’ de Las Flores.

Quien sí cumplió fue 'El Peluo' Saade, quien veía como crecía el rebaño y entonces decidió poner a uno de sus hijos el nombre de su ídolo, y bautizaron a Diego Armando Saade Lara, quien debe estar hoy  entre los  24 a 27 años de edad y no se su padre le dijo, te llamas como el mejor del mundo.

Si en el 82 con Maradona aun sin brillar toda su estrella no nos alcanzó, veíamos a Argentina como la segunda patria, llegaría el 86 de México, uno de los tres mejores mundiales de todos los tiempos.  México sería el primer país del planeta en celebrar dos veces un mundial (1970) y Argentina sería campeón por segunda vez, todo fue gloria.

En ese campeonato que comenzamos a vivir el 31 de mayo y terminamos felices el 29 de junio todo fue felicidad, en  dos partidos de los cuartos de final del torneo sucedieron hechos destacados y sin precedentes en el fútbol: en el partido Argentina contra  Inglaterra, Diego  Maradona (que en el primer tiempo fue golpeado duramente con un codazo por Terry Butcher, que el árbitro no vio) convirtió dos de sus goles más famosos, uno que consiguió tocando el balón con la mano que el árbitro dio por legal y que el mismo jugador aceptó después al afirmar que había sido 'la mano de Dios'  ; minutos después Maradona zarpó desde media cancha burlando a cuanto adversario se cruzaba en su camino consiguiendo de esta forma el mejor gol de los mundiales y uno de los mejores en la historia del fútbol, conocido como el Gol del Siglo. Entiende ahora porqué duele tanto la partida del monstruo.

Diego fue la gran figura y cuatro años después, su magia caminaba aun por las canchas y aunque no fue tan bestial como en México, alcanzó a llevar a la celeste otra vez a la final, pero esta vez Alemania, si gano, Diego lloró y nosotros también, aunque ya para esa época, aparecía en Colombia la magia de Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, Rincón, Higuita, el bendito Fajardo, Iguaran el Guajiro, entonces nuestro corazón tenía más por quien latir.  

Cómo no escribir de Diego

Hay dos eventos en donde, después de guardar sus fotos que recogía de revistas como Cronómetro, El Heraldo Deportivo, una que otra revista de El Gráfico que alguien me regaló o los álbum de Panini, me acercaron a Diego, uno, la fastuosa inauguración del Estadio Metropolitano de Barranquilla, estábamos en cuarto semestre de universidad, y no tengo ni idea con mis precarias condiciones económicas cuando era estudiante en Barranquilla, como carajo pude entrar al Estadio, pero ahí estaba yo para ver lo más cerca posible al gran Diego Armando Maradona.

Junior era un equipazo con Didi Alex Valderrama y el príncipe Julio Cesar Uribe, el peruano, Argentina al mando de Carlos Salvador Bilardo, había iniciado una gira preparatoria con miras al mundial de México y Barranquilla era una de las escalas, el estadio estaba a reventar y Edgar Perea animaba a Junior tu Papá, Diego saltó a la cancha y desde oriental lo divise, salió con un balón amarrado a los pies, lo levantó y podría jurar que por unos quince minutos lo mantuvo arriba sin dejarlo caer a la grama, le pegaba, elevaba y el balón volvía a dormirse en su zurda de oro.

El no sería nada fácil y la tarde de Diego peor, tuvieron un mal partido, absolutamente nadie, funcionó aquel día. Ni Maradona, ni Valdano. En cambio, en Junior, aprovecharon la coyuntura para inaugurar el ‘Metro’ y obligados a abrir su nueva casa con todas las de la ley, los jugadores se entregaron plenamente. Mario Coll, hijo del legendario Marcos, marcó a Diego y fue una herradura hasta tal punto que 20 años después (2016) en una entrevista a El Heraldo Mario contaría que Diego salió bastante molesto de la cancha. Al final el partido terminó 0-0 y todos salimos felices del estadio.  Todos, menos Don Carlos Salvador y el propio Diego.

Hay una foto histórica de Maradona y el Didi Valderrama, ese 14 de mayo de 1986 de ella también diría el Didi, con motivo de la muerte de Diego, “Nos tomamos esa foto, pero no cruzamos ni media palabra, cada quien salió a su lado para empezar a jugar”.

Si bien Mario Coll, marcó demasiado bien a Maradona, el monstruo en tres, cuatro, cinco jugadas mostraron su grandeza, suficiente para decirle de regreso a casa a Samuel Vueltas, ¿Como viste al Pelusa Samue? Y Samuel respondió. Un genio con esa zurda. Diego no jugó muy bien ese día, pero 40 días después levantaría la copa del mundo en México. Junior empató con el campeón … Gritarían los junioristas.

Junior jugaría también con Dinamarca que llegó con un genio llamado Michael Laudrup con quien también empató y solo perdería con la Selección de Uruguay 2x1.

El otro recuerdo, es de hace 20 años cuando Hugo Alberto Gnecco se inventó darle a Santa Marta y a Carlos 'El Pibe' Valderrama una escultura a su nombre a manos del maestro Amilkar Ariza, fui el encargado por el alcalde de coordinar la venida de los amigos del Pibe y en la lista del ‘Mono’ estaba Diego Armando Maradona, ¡Que vaina linda ¡

En la oficina de protocolos de la Alcaldía en un rincón me senté por más de 20 días a hacer llamadas a fin de contactar la larga lista de amigos del Pibe, Higuita, Bolillo, Maturana, Valenciano, Piripi Osman, Leonel, Zuleta, Aristi, 30 más y Maradona.

Conseguí después de muchas diligencias en teléfono de una de sus casas en Buenos Aires Argentina, tenía varias residencias, allí llamé unas 23 veces, pero siempre me contestó el mayordomo, que, ante mi insistencia, ya reconocía mi voz y me decía, Don Edgar como esta, debo decirle otra vez que Diego llegó y salió …

Unos antes de la develación de la estatua, escultura, como quieran llamarle al Pibe del Eduardo Santos, de Argentina llegó una misiva desde Argentina, era una carta de Diego para Carlos Valderrama, a mí me correspondió el honor de ir a entregársela al Pibe, dijo el 10 colombiano que le había escrito. “Estoy muy orgulloso de ser tu amigo, eres el mejor jugador colombiano que he visto en la historia y uno de los mejores del mundo Pibe, se feliz en tu emocionante evento”.

Cómo no recordar a Diego

Al Diego distinto al de la prensa y los escándalos, aquel que veía que alguno de sus compañeros estaba jugando muy mal y en vestuario decía, “Tarantini es el mejor lateral del mundo, vamos a apoyarlo”. Hay un Diego alentador que siempre dijo lo justo en el momento justo, Valdano no cabía en la camiseta de los nervios antes de enfrentar a Alemania en la final 86. “Diego estoy muy nervioso… y Diego le responde, Valda, yo estoy cagao, pero vamos a ser campeones del mundo”.  Diego fue famoso en su país por ayudar a mucha gente anímica y económicamente, nunca se olvidó de donde salió de haber sido un chico humilde que le dio todo al fútbol, porque el fútbol lo fue rodo para él

En Argentina hay una valla inmensa que reza.

No importa lo que Diego hubiese hecho con su vida

Lo que importa es lo que ha hecho por nuestras vidas.

Paz en la tumba del genio, el que nos hizo gracias a su fútbol muy felices

Esta mañana Miguel Saade Teran, el Chavo, sí contestó y hubo tiempo de rememorar y llorar ante la partida del mejor de todos los tiempos.