"El alcalde debe atemperarse, si es que no hay nada irregular en las contrataciones"

De todos los temas y sin ningún miramiento habló el actual representante a la Cámara, Eduardo Díaz Granados Abadía, en su visita a la redacción de Seguimiento.co. En un diálogo extenso, Díaz Granados se refirió al control fiscal excepcional que sacó de casillas al alcalde Rafael Martínez el viernes pasado, expresó su preocupación por la parálisis de los grandes proyectos de la ciudad, dejó en claro que la relación política con la familia del exgobernador Luis Miguel Cotes se mantiene en buenas condiciones y contestó a los señalamientos en torno a su actuación en la resolución de la crisis de la Ciénaga Grande de Santa Marta. 

Empecemos con los trinos del alcalde Rafael Martínez el viernes a raíz de una notificación que llega a su despacho en la que le informan de una revisión fiscal excepcional por parte de la Contraloría. En ellos se refiere a que la clase tradicional está provocando investigaciones en su contra, pero no menciona directamente a nadie. ¿Por qué? 

Eso es porque la última vez que le contesté a Caicedo la cantidad de sandeces que estaba diciendo en torno a grupos familiares en Santa Marta. Por lo menos en lo que a mi familia corresponde estaba bastante equivocado. Además, le respondí que no tiene la altura moral para hablar de mi o de mi familia. Ya no se atreven a señalar a nadie.

En esos trinos se notó una actitud airada del alcalde por la revisión de los contratos. ¿A qué se debió?

El alcalde debe atemperarse, calmarse, pues si no han hecho nada irregular y las contrataciones están bien hechas pues maravilloso, no ha pasado nada, pero lo que uno evidencia en Santa Marta es que todo está mal contratado, que no hay planificación de ninguna clase, que se aceleraron en el segundo semestre del año para ganar una elección pero la verdad del asunto es que hoy los puestos de salud están el piso, los parques están parados, las obras del Sistema Estratégico de Transporte Público están paralizados, los pozos no funcionaron. Eso no lo digo yo, eso lo dice la ciudad y nada más es montarse en un carro y salir a pasear la ciudad para darse cuenta que todo eso es realidad. Se equivoca el alcalde diciendo también que las obras tienen tres meses de retraso, eso es mentirle a la ciudad, está parado mucho más tiempo. 

Si uno ve obras en las que se destinaron recursos para terminarlas al 100%, por lo que se supone que deben estar concluidas, y esas obras no están, ¿usted concluye que esa plata se perdió?

Me imagino que saldrán aceleradamente a tratar de terminar, pero la verdad es que el daño está hecho, pues lo que han demostrado es que son unos grandes incompetentes para ejecutar la obra pública y lo están demostrando con lo que ha pasado. El 15 de noviembre, si no estoy mal, se cumplen tres años de haber sido designada Santa Marta sede de los Bolivarianos. Y hoy, a 12 meses de su realización, no hay ni una sola piedra para la construcción de los escenarios deportivos. Puro anuncio, pero hay que revisar la cantidad de plata gastada en diseños, rediseños, pero todavía no hay una sola obra y tengo dos años largos diciéndolo. Todos los ingenieros serios que me cruzo les pregunto si es posible hacer un estadio en un año, y todo el mundo dice que no. De pronto haces una cancha sin gradas. Vamos a pasar de hacer unos juegos a unos jueguitos. 

El discurso del exalcalde Caicedo es de que existen unas familias tradicionales que son opositoras que no hacían nada, y que ellos ahora sí hacen obras. Pero Caicedo mantiene buenas relaciones con las familias tradicionales como los Vives o los Dávila, no así con los Díaz-Granados. ¿Esto de las familias tradicionales no es más que una pelea política directa con su familia?

El señor Caicedo habla de las familias tradicionales pero haciendo un recuento, él siempre estuvo bajo la cobija del señor Eduardo Dávila o José Domingo Dávila. Salió de la administración de Jorge Caballero para la rectoría de la Universidad. ¿Cuál es el cuento de las familias tradicionales? Además, salió con Jota Vives a la Gobernación. Eso es lo más incoherente en política pues habla de las familias tradicionales y que más tradicional que Jota Vives para apoyarlo a la Gobernación del Magdalena. Todo es anuncio, desinformación, mentiras y falsedades. Además, en los últimos 30 años solo ha habido un Díaz Granados en la Alcaldía, que fue Juan Pablo, y cómo hoy hace falta la línea de esa alcaldía. Él no dejó las obras inconclusas. 

A propósito, siempre se dice que la anterior administración (Juan Pablo Díaz Granados) no hizo nada y ellos sí. ¿Qué tiene que decir al respecto?

Yo no entro en el plan de defender la Alcaldía de Juan Pablo porque él se defiende solo. Sin embargo dejó listas las obras del colector, las del SETP que este señor desbarató para no continuar con lo que había encontrado hecho, el proyecto del Teatro Santa Marta, los megacolegios, los jardines infantiles, sacó a la ciudad del enredo de la Ley 550. Quien adelantó por buen desempeño fiscal fue Juan Pablo y pregúntenle a la señora Ana Lucía Villa (directora de la DAF) cuál fue el comportamiento fiscal de esa administración: fue calificado el mejor alcalde en el Caribe en el desempeño fiscal y de los primeros cinco en el país. La situación fiscal de la ciudad era otra, pero allí quedaron las obras. Lo que sí reclamo es que la ciudad se ha distraído en obras, que a pesar de importantes, no son fundamentales pues deberíamos estar concentrados con nuestras fuerzas para resolver el problema estructural de suministro de agua potable. Hacemos anuncios que son irrealizables sin el apoyo del Gobierno Nacional. 

Algunas publicaciones dejan entrever, por propias declaraciones, que el exalcalde de Santa Marta entra pobre a la Alcaldía pero cuando se retira comienza una campaña política impresionante a través de su movimiento. ¿Usted cómo cree que financia toda esa estructura?

Esa es la pregunta del millón. Sería bueno saber cómo están financiando todo eso, por ejemplo, la caravana pomposa con la que recorrieron la región Caribe. De dónde salen esos recursos es una buena pregunta. Ojalá algún organismo empiece a investigarlo. Yo no me atrevo a afirmar nada porque no tengo elementos de juicio para hacerlo pero un buen primer paso es que el control excepcional llegue a buen término y brinde explicaciones sobre lo que ha pasado en la ciudad en los últimos años. 

Cambiemos de tema. ¿Cómo están las relaciones con la familia Cotes? 

Yo evito hablar de acuerdos entre familias porque no es así. Como jefe del Partido de la U en el Magdalena tengo un acuerdo con Cambio Radical en el departamento y bajo ese acuerdo político trabajamos para llevar a Rosa Cotes a la Gobernación. Es una coalición que genera en algunos sectores urticaria y le incomoda pero debo decir que no tengo ningún problema con Cambio Radical ni con la familia Cotes. Tenemos un acuerdo partidario y fuimos triunfadores en la elección de la Gobernación y sobre esa base venimos trabajando por el bien del Magdalena. ¿De dónde salió el rumor? Todos los días le inventan algo nuevo pero debo decir que no tenemos ningún inconveniente y estamos convencidos de que Rosa Cotes tiene todas las condiciones para ser una buena gobernadora. 

Prueba de esa buena relación es que el gerente del Hospital Troconis fuera ratificado…

Ella tuvo a bien tener como colaborador al doctor Tomás Díaz Granados. No me cuesta decir que con mucha entereza ha sacado adelante al hospital que tiene muchos problemas por muchas circunstancias. Pero el doctor Tomás Díaz Granados tiene claro cuál es el camino, la hoja de ruta. Durante el próximo año, estoy seguro, dará muy buenas noticias alrededor del hospital Fernando Troconis. Además nosotros tenemos un compromiso moral pues fue José Ignacio Díaz Granados el que impulsó la obra del Hospital Central de Santa Marta, hoy Fernando Troconis, eso genera un nexo claro y serio para buscar salvar al hospital. 

Si no hablamos de familias, sino de Partidos, concluimos que Cambio Radical (la gobernadora Rosa Cotes) apoyó la reciente elección del doctor Pablo Vera como rector de la Universidad del Magdalena y nosotros lo vimos a usted inclinado con el doctor Eslava. ¿Hasta allá no se extienden los acuerdos políticos? 

Ni siquiera eso estuvo en la agenda, nunca hablamos de eso ni estuvimos con algún compromiso. Entre otras cosas, y lo dejo en claro, que yo soy un respetuoso de la Universidad. Es uno de los activos más importantes que tiene el departamento, hay que cuidarlo y blindarlo y no puede estar a la deriva por temas políticos. Yo no tengo voto en el Consejo Superior, hay que respetar los estamentos, los profesores, exrectores y los estudiantes que estuvieron activos  y no era un tema para hacer ningún acuerdo de carácter político y para mi ese es un capítulo cerrado. 

¿Qué opina del nuevo rector de la Universidad del Magdalena?

Primero que todo le deseo lo mejor. Yo conozco a Pablo Vera, creo que tiene todas las credenciales y espero que le vaya bien. Debo decir que he tenido un vínculo con la Universidad por mi interés en que se pueda realizar una sede de la Universidad del Magdalena en el sur del departamento para que beneficie a los sures de Magdalena, Bolívar, Cesar, generando un radio de acción de 24 o 25 municipios y que hemos venido impulsando hace años. En su momento me invitaron a la socialización del proyecto y de hecho presenté en el Presupuesto General de la Nación una proposición para ayudar a ese proyecto con una partida de $30.000 millones que no quedó aprobada pero que aspiramos para que en enero si hay adición presupuestal como consecuencia de la Reforma Tributaria podamos impulsar esa partida que sería el cierre financiero para lograr el proyecto. 

El gran paso que dimos con el tema de la regionalización de la Unimagdalena es que quedó en el plan de acción de la Universidad, esperamos que el nuevo rector lo mantenga y él tiene interés en mantener esos proyectos. Esperamos que sea así en beneficio de esos jóvenes que no tienen posibilidad de salir del sur y del centro y que ven en la universidad pública la oportunidad de acceder a la educación superior. 

¿Esos recursos podrían asegurarse vía documento CONPES?

Creo que vamos a ser capaces de incluirlo en el presupuesto de regionalización del Ministerio de Educación y que en la discusión de la adición presupuestal que está anunciada para tramitarse en enero podamos definir esa partida.  

Recientemente salió un cuestionamiento en medios nacionales porque usted ha sido directivo de Corpamag, que el nuevo director es Díaz Granados, sobre el proceso legislativo a favor de la sobretasa ambiental y una contratación millonaria destinada con esos recursos a recuperar los caños de la Ciénaga. Ataron esos cabos en una columna y los unieron con usted. ¿Qué tiene que decir?

Primero: me alegra mucho que la prensa nacional se preocupe por la Ciénaga y en ese sentido le hice una respuesta al columnista irresponsable, mentiroso y canalla que escribió sobre nosotros. Pero más allá de eso, es bueno hacer varias aclaraciones, en el sentido que fui durante siete años directivo de la Corporación, lo cual me generó no solo una cercanía sino un conocimiento y compromiso más real por la problemática ambiental del departamento, que tiene 30 ciénagas, dos reservas de biósfera y un territorio Ramsar. Fui uno de 13 directivos. Llegué allí porque tenía una vocería como dirigente gremial de Asbama. Falta a la verdad el señor Ackerman cuando con una secuencia de falsas afirmaciones quiere indicar que la familia Díaz Granados tiene propiedades en terrenos que son de la Ciénaga, lo cual es falso. No tenemos un solo metro cuadrado de tierra que tenga cercanía ni lindero con la Ciénaga. Desde mi posición he hecho un llamado para que intervengan con la fuerza los que han invadido el complejo lagunar. Todo esto también va por el tema de la sobretasa.

En los 90 se formó Pro Ciénaga donde intervinieron entidades como Corpes, Corpamag, la Gobernación y alcaldías. Ellos definieron la problemática y las obras hidráulicas. Pro Ciénaga define unas inversiones junto a la Cooperación Alemana para habilitar unos canales taponados para permitir el ingreso de agua y el intercambio con el mar Caribe. En ese momento se ejecutaron las obras y el Gobierno Nacional se comprometió a presupuestar los recursos anuales para los mantenimientos y eso no sucedió. La sobretasa nace de la necesidad de conseguir recursos para el mantenimiento anual de los caños y canales en 2005 y se empieza a ejecutar en 2006 (…) lo que hice fue aumentar el porcentaje de la sobretasa de un 5 a un 8% porque nadie más está poniendo plata y la única acción contundente aunque insuficiente sobre este tema luego de lo hecho entre 1996 y 2000 es la sobretasa y esos recursos no alcanzan pues no solo son los caños sino la desembocadura de los ríos que descienden de la Sierra. Con la sobretasa, y eso no lo digo yo sino Invemar, se han recuperado 16.900 hectáreas de mangle que a raíz del fenómeno de El Niño se perdieron algo más de 2.000. 

Por último es bien simplista y caricaturesco señalar a una persona y familia de lo que ha ocurrido en la Ciénaga Grande. Eso es de estúpidos.  Y por cierto sigo peleando por más recursos para la ciénaga porque el problema se resuelve de dos maneras: con plata y con autoridad policial y militar que ponga orden a quienes han hecho desvíos en el complejo. 

Pero también planificación, por ejemplo, en el proyecto de doble calzada de la vía Ciénaga-Barranquilla…

La única oportunidad que tenemos para resolver el daño que generó la carretera cuando se construyó en el año 1956 es la doble calzada. No puede ser excusa que la falta de recursos evite hacer el proyecto como técnicamente se debe hacer. Hay que hacer los viaductos, alzarlos, resolver el problema. Esa es la pelea que debemos dar. Ya se lo dije al Ministro de Ambiente, de Transporte, al director de la ANI. Al presidente también.