Venció el cáncer, fundó el Comedor de Mateo y evangeliza, así es Vicky Arango
Madre, esposa, profesora, evangelizadora, empresaria, decoradora de interiores, diseñadora de accesorios y hasta recreacionista. Nada le ha quedado grande a Victoria Correa, o Vicky, como cariñosamente la llaman todos los que la conocen.
Aunque nació hace 57 años en Medellín y se crió en Barranquilla, hace más de 10 que vive en Santa Marta. Nunca lo esperó, ni quisiera estaba en sus planes, y cuenta, jocosamente, que le llamaba ‘Santa Jarta’.
Y es que como bien lo menciona, su vida ha estado sujeta a los planes de Dios. Pero no siempre fue así.
Vicky no nació en el seno de un hogar cristiano, de hecho, ni ella, ni su esposo Jorge Iván, iniciaron su matrimonio fundamentado en la fe.
Sin embargo, mientras atravesaban una crisis económica terrible, con la responsabilidad de alimentar a sus hijos Jorge, Andrea y Natalia, además de estar al borde de una ruptura matrimonial, llegar a escuchar de Jesucristo fue casi una medida desesperada.
Lejos estaban de pensar que, años después, fundarían iglesias en distintos países y que se convertirían en los líderes de una nueva generación que buscan en Cristo, una esperanza en un ambiente tan depredador.
Conocieron de Jesucristo, y experimentaron una paz y un gozo que no podría provenir de este mundo. Aún en medio de las penurias económicas y las dificultades del día a día, empezaron a vivir esperanzados que contaban con un respaldo divino que no los desampararía.
En medio de todo este proceso, de conocer el evangelio y congregarse en una iglesia cristiana, el don del servicio empezó a despertarse con cada vez más fuerza. Y así, en las afueras de la Iglesia Torcoroma en Barranquilla, armados con una olla de arroz y otra de agua panela, empezaron a repartir comida a los necesitados.
Sin saberlo, desde ahí se estaba empezando a gestar lo que sería un proyecto que transformaría la vida de cientos de niños en Santa Marta.
Pero, ignorantes de los planes que había para su vida, Vicky cuenta que llegan a los Estados Unidos. Ya habían desarrollado una labor pastoral en Barranquilla y ahora, habían sido llamados junto a su familia para ayudar a llevar el mensaje de Jesús a la comunidad hispana.
El cambio de vida fue abrupto, señala en entrevista con Seguimiento.co. Y es que mientras aquí contaban con títulos académicos que les permitían desempeñarse en sus profesiones, allá se vieron en la necesidad de hacer todo tipo de labores: desde cuidar niños hasta jardinería.
Mientras, esta mujer tenía la responsabilidad de criar a tres niños pequeños, mantener la estabilidad de un hogar que se movía a la voluntad (a veces inexplicable) de Dios, y acompañar la labor evangelizadora de su esposo.
Estando allá y rondando el año 2007, recibió un diagnóstico nada alentador: tenía cáncer de seno.
Confusión, miedo e incertidumbre fueron las primeras emociones. “¿Mamá se va a morir? Fue la primera palabra de Andrea”, recuerda Vicky, rememorando a Seguimiento.co la reacción de una de sus hijas.
Esta lluvia de emociones negativas y temor por el grave diagnóstico, no tuvo mucho tiempo de anidarse.
En medio de lágrimas, su esposo Jorge Iván fue más que orar, a pedirle explicaciones a Dios. Y en ese momento, todo lo que recibió fue un mensaje de tranquilidad: ella estaría sana.
Esa palabra sirvió para apaciguar el corazón tanto de Vicky como de toda su familia. La fe inquebrantable logró, que aún antes que iniciara los desgastantes tratamientos que se obligan para combatir el cáncer, fuera testigo de un milagro incomparable.
Mientras dormía, empezó a sentir cómo se movía algo en el interior del seno donde se detectó el rastro de cáncer. Llamó a su esposo para que lo observara, y el primer pensamiento de la pareja fue el mismo: Dios está cumpliendo su promesa.
“Empezamos a sentir un olor muy intenso a flores” recordó, y la confirmación de su fe llegó a los pocos días cuando en cita con la oncóloga, esta les dijo que el cáncer se había ido.
Bendecidos para bendecir
Con un diagnóstico superado y una fe más fortalecida, Vicky pensó que sería Estados Unidos el destino de su familia. Sin embargo, el Dios de su fe, los volvió a instar a hacer maletas y a irse a Santa Marta.
Al momento de abordar el avión de regreso a su país, ella recuerda que ni siquiera sabían en qué casa se alojarían. Pero eso es una nimiedad para quienes creen en un Dios Todopoderoso, que como de costumbre, lo hizo todo.
Ya establecidos en Santa Marta y obligados a adaptarse a una nueva cultura, Vicky y Jorge sabía que la misión era continuar aquí, el trabajo evangelizador que realizaban en Estados Unidos.
Pero ahora, en medio de una realidad de pobreza y violencia mucho más compleja, el servicio a los demás era imperante.
Así, tal como lo hacían a las afueras de la Iglesia de Torcoroma, abrieron el Comedor de Mateo.
Este comedor comunitario desde 2011 alimenta a cientos de niños de comunidades pobres de Santa Marta.
No tan solo reciben un plato de comida, allí son recibidos con abrazos y elogios, pues Vicky apunta, que es consciente que la necesidad muchas veces no es solo de alimento, sino también de afecto.
Mientras, Amor en Acción, como bautizaron su iglesia, ha ido convirtiéndose hasta ahora en un epicentro de amor, restauración y gozo.
Más allá del legalismo y una religiosidad extrema, aquí hay un principio fundamental: “Somos bendecidos para bendecir”.
El amor de Dios se entiende como una verdad irrefutable, y el compromiso de ayudar a otros, una necesidad vital para el alma.
“Dios nos dijo que nuestra Iglesia sería como el bambú, que los primeros años crece hacia abajo para echar raíces y después, si empieza a crecer” menciona.
Por eso, es que se explica cuando algunos viernes, en las principales avenidas de la ciudad, algunos samarios observan caravanas de carros y motocicletas, que en plena noche, se detienen a un costado para dar abrazos, compartir un mensaje de esperanza y dar alimento a habitantes de calle y personas en condición de extrema pobreza.
O, no se haga extraño, escuchar a los jóvenes hablar de restauración interna, de reconstruir relaciones o sanar heridas, pues muy seguramente están siendo parte de Hay Esperanza, que más allá de una consejería espiritual, ha sido un mecanismo para que las personas sanen traumas emocionales y puedan soñar con construir relaciones sanas, no solo con los otros, sino con ellos mismos.
En medio de toda esta labor que convierte a Vicky en una figura maternal y pastoral para niños, jóvenes y adultos, resulta sorprende, saber, que de forma paralela ha sacado adelante su empresa Vefit, dedicada a la producción de arepas saludables.
Igualmente, dedica parte de su tiempo a estudiar italiano, a aprender más del diseño de interiores, y a seguir criando a sus hijos, pese a que todos ya crecieron y son adultos independientes.
“Si algo he aprendido en medio de mi caminar con Dios, es que mi primera responsabilidad y mi más importante ministerio es mi familia. Hoy en día nos hablan de empoderamiento como si fuese incompatible con la familia y es una gran mentira, desde la familia se fundamenta lo que somos como sociedad, el trabajo más importante y admirable que puede realizar una mujer, es el de cuidar a sus hijos, aquí nos toca ser educadoras, enfermeras, consejeras y todo al mismo tiempo” menciona Vicky.
Con estas palabras, esta mujer entregada al servicio a Dios y a los demás, expone una visión de lo que es el Ser Mujer, de una forma que para muchas generaciones actuales puede resultar arcaica.
Pero, para otras, representa la realidad de tantas otras mujeres que encuentran en la fe y en el ayudar a otros, la forma máxima de liderazgo y de plenitud.
Notas relacionadas
Tags
Más de
Joven hallado sin vida en tractomula cargada de maíz se encontraba desaparecido
Desde el pasado 3 de octubre se había reportado la desaparición de Pedro Polo, tras salir de su casa ubicada en el corregimiento de Santa Rosalía, Zona Bananera.
Concejo eligió Secretario General y Presidente de Comisiones Permanentes
Así se terminó de conformar la mesa directiva de la corporación.
Con visita técnica, Santa Marta avanza en la creación de seis embarcaderos turísticos
Con este proyecto, se espera potenciar la ciudad, consolidando su posición como un destino atractivo para visitantes locales e internacionales.
Policía Metropolitana conmemoró el ‘Día del veterano’ en la Plaza de Bolívar
A la ceremonia asistió el comandante de la Policía del Departamento del Magdalena, altos mandos del Ejército Nacional, Armada, el Secretario de Seguridad y el Secretario de Gobierno.
Próxima semana entra a funcionar el Centro de Atención para Habitantes de Calle
Así lo anunció la Alcaldía, en el marco de las jornadas de atención lideradas por la Secretaría de Promoción Social en el sector de El Boro.
Así avanza la política de protección y bienestar animal en Santa Marta
Esta administración ha logrado que el Distrito ya cuente con un cronograma de esterilizaciones mensuales que lleva miles de animales beneficiados.
Lo Destacado
Joven hallado sin vida en tractomula cargada de maíz se encontraba desaparecido
Desde el pasado 3 de octubre se había reportado la desaparición de Pedro Polo, tras salir de su casa ubicada en el corregimiento de Santa Rosalía, Zona Bananera.
SecMovilidad no pudo llegar a Guachaca por bloqueos en la Troncal del Caribe
A través de un comunicado esta dependencia informó que no pudo desarrollar la jornada en la que pretendían extender su oferta institucional al corregimiento.
Hombre es arrestado por presunto abuso sexual a su hijastra de solo 12 años
Según las investigaciones, habría aprovechado los momentos en que se encontraba solo con la menor para cometer los abusos.
“Hay 39 casos de acoso laboral en la Gobernación”: Víctima rompe el silencio
Nancy Gamboa ha tenido que acudir a la justicia para que cesen los hostigamientos a ella, y decenas de funcionarios más que ganaron su puesto en la Gobernación en un concurso público.
Fiscalía investigará a magistrados del CNE, tras pliegos contra Petro
Álvaro Hernán Prada, Benjamín Ortiz, Maritza Martínez, Altus Baquero, Cristian Quiroz y César Lorduy son los magistrados en la mira de la Fiscalía.
Descubren en Argentina restos de dinosaurio gigante
Investigadores afirman que los huesos permanecieron en el lugar por más de 200 millones de años.