¡En Santa Marta y el Magdalena cabemos todos!

Por Carlos Flores

Adiós al 2016. Al igual que todos los años hemos tenido alegrías, tristezas, éxitos y fracasos. Todos los años son iguales así las noticias de las últimas semanas nos hagan pensar que este año fue peor que cualquier otro. No lo creo. Lo importante es cerrar bien el capítulo. Evaluarnos y mirar para adelante positivamente. El nuevo año debemos recibirlo con optimismo, con buena energía y confiados en que las cosas en nuestro entorno mejorarán. 

Por eso me propuse hacer un pequeño sondeo de opinión entre mis amigos samarios, pidiéndoles que me ayudaran a rescatar los aspectos positivos de las administraciones del alcalde Rafael Martínez y de la gobernadora Rosa Cotes. 

Empiezo con el señor alcalde. Rescato los parques de recreación que se han entregado este año. Cientos de niños ya los disfrutan. Alguien me decía: “cuando era niña, jamás tuve un parque donde jugar, hoy estoy feliz de ver a mis hijos jugando en el parque de nuestro barrio”. Sobran las palabras.  

Es de rescatar el reparcheo y pavimentación que hasta ahora se ha efectuado en calles y avenidas en todos los sectores de la ciudad, y que esperamos –una vez culminen las obras – mejoren nuestra movilidad. Quiero rescatar el grato programa La Sierra Vuelve a Sembrar, que –entre otros logros- ha fomentado exitosamente la vinculación de agricultores a la cadena de comercialización e incrementado el número de hectáreas nuevas sembradas. Aunque muchos puedan no estar de acuerdo, rescato también la medida de prohibición del parrillero hombre que ha disminuido notoriamente el número de homicidios bajo esta modalidad.  

Aunque existen muchos logros más que por razones de espacio no puedo comentar, no quiero dejar pasar la oportunidad para agradecer a las administraciones de Caicedo y Martínez por devolvernos un patrimonio de ciudad: El Mercado Público y todo el sector aledaño. Nos corresponde ahora a todos los samarios hacer uso de él, cuidarlo y no dejar que nunca más nos lo vuelvan a arrebatar.  

Algunos dirán que faltan más obras por desarrollar, que muchas están paralizadas, o que se invierte donde no es necesario. Quizás tengan razón, pero yo prefiero confiar en que el alcalde cumplirá a los samarios. Apenas lleva 11 meses en su cargo. ¿Qué queremos, que haga milagros?  

Con mucho respeto me gustaría, eso sí, dejarle dos consejos para que los aplique en el nuevo año: 1. Alcalde, no inaugure más inicios de obras. Ese raro fenómeno mediático se convierte a largo plazo en un arma de doble filo. Si las obras no avanzan según el cronograma, los ciudadanos no entenderán razones y sólo repetirán la frase “hace rato se gastaron un poco ‘e billete pa’inaugurar esta vaina con bombos y platillos, pero sigue igual”. Evítese desgastes y más bien inaugure cuando la obra en mención esté completamente terminada y lista para ser disfrutada por los samarios. 2. Le aconsejo que no responda a las críticas de los ciudadanos con mensajes que nos dividan. No permita que se creen dos Santa Martas; no deje que se siembre la idea de que aquí solo caben los que están a su lado, y que los otros deberían irse. Lo mejor sería dar respuesta a críticas de los ciudadanos en temas como –por ejemplo – el estado de obras en la ciudad, con explicaciones detalladas de avance de cada obra en cuestión, y no con un comunicado de prensa “peleonero” con el que se atiza la polarización en la ciudad. Usted debe estar por encima de estas situaciones y debería enfilar sus energías para unir a todos los samarios bajo un mismo ideal. Sí, yo entiendo que muchos le deben sacar la piedra. Notas periodísticas como las que con respecto a los Juegos Bolivarianos se publican periódicamente deben afectarlo. Y aunque no lo crea, a mí también me afectan. Son notas que yo llamo de “mala leche”, porque amén de informar sobre –por ejemplo- el estado de avance de alguno de los escenarios deportivos, sugieren que los juegos ya no podrán ser una realidad. Creo que –en este caso-, los medios deberían, más bien, ceñirse a informar sobre los hechos y situaciones actuales sin caer en predicciones. Soy un convencido de que los samarios debemos rodear y apoyar con actitud optimista y activa a los Juegos. Todos debemos entender que el momento para evaluar a los Bolivarianos será a finales del 2017 cuando el alcalde tendrá que pasar al tablero. Por ahora, todo nuestro apoyo para él. 

Con respecto a la señora gobernadora creo que está haciendo lo que prometió en campaña: Meterle corazón a su administración. La gobernadora ha demostrado su capacidad de ayuda y compromiso con los caídos en desgracia. Sin descanso recorre el departamento liderando las brigadas de salud y ayuda a los damnificados de las inundaciones. Reparte alimentos, colchonetas y también muchos abrazos, esos que solo una madre sabe dar y que reconfortan en los momentos de dificultad. Durante el voraz incendio ocurrido en el mercado público hace un poco más de un mes, también estuvo allí durante horas ofreciendo su ayuda, consuelo y coordinando acciones.  

Por otro lado, la Gobernadora ha sacado adelante tramos de la Ruta del Sol que parecían ya echados al olvido. Además, fue ella quien desde el primer día de su administración ejerció presión para que -por fin- Electricaribe moviera las torres de energía que por años impidieron avanzar en el sector de La Lucha. Me sorprendió agradablemente que hace un par de días anunció sanciones al contratista de la vía de la Prosperidad si no cumple con lo pactado en el contrato firmado por el exgobernador Cotes, su sobrino.  

Sin duda ella le ha metido su mano de mujer a la administración departamental, ese toque maternal tan necesario en un departamento donde por décadas los mandatarios han sido tan insolentes con el pueblo. Por eso está presente en cada actividad relacionada con la cultura, el deporte, los jóvenes, los discapacitados, las mujeres y los adultos mayores. Ese es el terreno donde ella se mueve mejor y donde más a gusto se siente. Sabe que falta mucho por mejorar en esos sectores y hará lo que esté a su alcance para lograrlo. Estoy seguro que a Rosa Cotes se le arruga el corazón cada vez que se confronta con la miseria y abandono en la que viven muchos de nuestros coterráneos.  

Por eso, y con sumo respeto, también a ella quiero dejarle un consejo que podría aplicar en el nuevo año: Señora gobernadora, exija y defienda, con la misma fuerza y convicción con que toda madre defiende a sus hijos, la recuperación y conservación de las cuencas hidrográficas del departamento, esas mismas donde nace el agua que calma la sed de nuestros hijos y nietos. Pero no deje que la engañen con costosos dragados y espolones río abajo. La solución, señora gobernadora, está cuencas arriba, con programas serios y a largo plazo de manejo y gestión ambiental. Usted puede sembrar esa semilla, los frutos se los agradecerán las futuras generaciones.  

Para terminar, quiero compartir la siguiente reflexión con mis coterráneos: ¿Será que podemos salir del abandono y atraso que por décadas ha sufrido la ciudad y el departamento de un día para otro? No, amigos, lograr ese anhelado bienestar, con buenos servicios públicos e infraestructura de vías y transporte, salud y educación de alta calidad, y fuentes de empleo digno, entre muchas otras cosas, nos va a costar años de incomodidades y espera. Pero para lograrlo tenemos que tirar todos en la misma dirección y no permitir más “palos en la rueda”, ni odios ni divisiones. Los invito a que apoyemos al alcalde Martínez y a la gobernadora Cotes en sus planes para el 2017. ¡Confiemos en un futuro mejor!  

Por mi parte les auguro muchos éxitos a ambos mandatarios en sus administraciones en el nuevo año. Si a sus administraciones les va bien, a los samarios y magdalenenses nos irá bien.  

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